Porque me parece que se trata de un ideólogo importante del actual gobierno (y no sólo el de México), continúo visitando algunas ideas del Dr. Enrique Dussel, el filósofo y teólogo católico dedicado a elaborar —como lo explica él mismo— una —Teología Política, un tratado que nunca la teología trató: el Tratado del Estado como constructor del Reino de Dios”.

Comenté la semana pasada algunas ideas suyas que obviamente respiran en el discurso de López Obrador, como la teoría y la práctica de la felicidad social, la exigencia de arrepentimiento del gobierno español por habernos colonizado o la descalificación del Poder Judicial como institución corrupta.

Hay muchas otras, como la tesis de que la justicia está por encima de la ley, que sostuvo el Primer Magistrado cuando canceló la reforma educativa, y que Dussel lanzó sobre su lectura de la “Epístola a los Romanos” del apóstol San Pablo. O la teoría y práctica del “poder obendiencial” que —sostiene Dussel— López Obrador tomó de su libro 20 tesis de política (2006).

Es ese un poder, escribe Dussel, “como indica Evo Morales”, que es toda una “revolución cultural” pues “es la hora de los pueblos originarios y de los excluidos” y de que “los que mandan, manden obedeciendo”. (Claro, la síntesis remite al apotegma neozapatista, pero también al comandante Chávez cuando proclamó que “Ya no me pertenezco: pertenezco al pueblo”, oración idéntica a la que emanó López Obrador en su toma de posesión).

El Dr. Dussel —quien fue rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y ahora diseña intelectualmente al Instituto Nacional de Formación Política del partido Morena (IFP)— aspira a crear “una nueva generación de patriotas que se decidan a reinventar la política” como hicieron “El Che Guevara, Fidel Castro o Evo Morales”. Patriotas dispuestos a darlo todo, “hasta la vida”, por los desposeídos.

La ruta es sencilla: basta con dejar atrás “los supuestos de la modernidad capitalista y colonialista”, pues que está basada en “postulados burgueses”, lo mismo que al “socialismo real” con su centralismo y su burocracia. Una vez dejados atrás, se accede a “una nueva civilización transmoderna”, es decir, “transcapitalista”, que rebase el concepto de “la dominación”, como en Bolivia o en Venezuela.

Esos países avanzan porque, además, están en proceso de “descolonización”, como lo está México (según ha dicho López Obrador), una descolonización de la cultura, del sistema educativo, de la lengua castellana y en especial de la ciencia, que tanto ha ignorado a “nuestras sabidurías ancestrales” (otra postura que apoya nuestro Primer Magistrado).

Desde luego, Dussel es pionero y adalid de la descolonización desde sus libros Para una ética de la liberación latinoamericana (1973), o como puede atestiguarse en las decenas de videos con sus lecciones y conferencias, que generosamente reproduce YouTube.com para beneplático de sus miles de seguidores.

Uno de ellos, especialmente conmovedor, es el video titulado “Presidente Maduro recibe a intelectuales”, en el que el Líder celebra la realización de la “Tercera Escuela de Pensamiento Crítico Decolonial” que presidió Dussel en Caracas en octubre de 2018. Desde luego, Dussel ha trabajado siempre para el proyecto bolivariano, impartiendo cursos hasta a sus fuerzas armadas (en 2009, el comandante Chávez mismo le entregó el premio “Pensamiento Crítico”).

Ante Maduro, Dussel lamenta que aún “en los procesos más revolucionarios, Cuba o Bolivia, la enseñanza sigue con una visión eurocéntrica de la cultura y la ciencia”. Sostiene que “para cambiar la mentalidad de la juventud y los ciudadanos” en las escuelas bastan cinco años, pero sólo si hubiera “un instituto que dependiera directamente de la presidencia para irradiar un espíritu decolonial que permita al venezolano descubrirse como tal”.

Sería un instituto, explica Dussel, que beneficiaría “hasta la estrategia militar”. Por ejemplo, explica que “no necesitamos aviones” para combatir a Estados Unidos, que es la “máxima potencia” en el aire. “Necesitamos armas de tierra-aire que pueden echar abajo un avión y cuestan más barato. No necesitamos tanques, sino bazucas que hasta un campesino puede usar”.

Acto seguido, el presidente Maduro agradeció las “transformaciones revolucionarias” que el pensamiento de Dussel ha aportado al “proyecto revolucionario de Venezuela y a nuestro Plan Nacional de Desarrollo, y a nuestro concepto, a nuestra doctrina, a nuestra ideología”.

Y, claro, ordenó crear el Instituto Nacional para la Descolonización.

(Y terminado el evento, el Dr. Dussel regresó a México…)

Google News

TEMAS RELACIONADOS