Este miércoles 10 de marzo, las diputadas y diputados del Honorable Congreso de la Unión, votaron a favor del proyecto de la Ley Federal Para La Regulación Del Cannabis, además de reformar y adicionar artículos de la Ley General De Salud y del Código Penal Federal. La aprobación en lo general de esta medida se dio con 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones.
Debido a los cambios hechos en el proyecto que originalmente había sido aprobado en el Senado de la República el 19 de noviembre del año pasado, este nuevo dictamen tendrá que regresar a la cámara alta para someterse nuevamente a análisis y votación.
Entre los cambios al proyecto probablemente el más drástico es la eliminación del Instituto Mexicano del Cannabis, un ente que regularía todas las actividades de esta planta al vincular el trabajo de las diferentes instituciones involucradas, como Hacienda, Secretaría de Salud y otros, en su lugar, se dispuso que fuera la ya existente Comisión Nacional Contra las Adicciones la que regule el consumo de cannabis psicoactivo. Esta medida se alinea con la política de Austeridad Republicana del gobierno del presidente López Obrador, elimina la necesidad de crear nuevas instituciones y en su lugar aprovecha la infraestructura ya existente.
La CONADIC podrá autorizar y revocar licencias de producción, distribución, comercialización y venta final de la planta y sus derivados de uso adulto, además se estipuló que, aunque los mayores de 18 años podrán tener acceso al cannabis, la Comisión deberá establecer políticas públicas que limiten la adquisición, posesión y consumo de marihuana por personas de entre 18 y 25 años.
Se estableció un plazo de 3 años en el que se dará preferencia a ejidatarios, comuneros, campesinos, comunidades indígenas, a título personal o a través de empresas o cooperativas que soliciten licencias en los distintos tipos de participación en la cadena de producción. Estas serán de 5 tipos: cultivo, transformación, comercialización, importación/exportación e investigación.
En el proyecto del Senado estos solo eran de 4 tipos pues no existía la de investigación, que “incluye la adquisición de semilla o plántula, la siembra, el cultivo, la cosecha, la preparación y la transformación del cannabis y sus derivados, exclusivamente en las cantidades y en los términos del protocolo de investigación aprobado”.
Además, el proyecto de la cámara alta limitaba la integración vertical, pues solamente permitía a cada persona, pero estos candados fueron eliminados en San Lázaro. El nuevo dictamen dice que cualquier persona puede tener más de un tipo de licencia. Aunque aún no se han definido los costos, las licencias y permisos tendrán una duración de entre uno y 5 años.
Otro cambio notable fue el límite de plantas para las asociaciones cannábicas, es decir, grupos de personas que buscan cultivar con fines de autoconsumo recreativo, en el proyecto del Senado, estas asociaciones tenían derecho a tener hasta 20 miembros con 4 plantas cada uno, pero no estipulaba un límite; en cambio, en el proyecto de los diputados se estipula que deberán tener menos de 50 plantas de cannabis por grupo.
También hicieron precisiones en la definición del cáñamo industrial, es decir el no psicoactivo, al que denominan como: “aquellas plantas o piezas de la planta del genero cannabis, incluyendo sus derivados, que puede producir fibras y no produce ningún efecto psicoactivo y cuyo contenido de THC es inferior al uno por ciento”, esto abre un importante abanico de oportunidad pues este cultivo, a diferencia del de uso recreativo, no está limitado a cultivar una hectárea a cielo abierto, en cambio se ceñirá a las leyes sobre uso de terreno que rigen sobre otros productos agrícolas, como el algodón y otros.
El cáñamo a cielo abierto se produce fácil y rápidamente y de él se pueden obtener más de 25 mil productos de producción sostenible, como papel, bio-diesel, plásticos biodegradables, concretos de cáñamo, telas y otros, que ya usan las grandes marcas a nivel mundial como Levi’s, Audi, BMW, Patagonia y otras.
El reloj sigue su marcha hacia la fecha límite que impuso la Suprema Corte de la Nación, que luego de otorgar tres aplazamientos estableció el 30 de abril de 2021 como fecha límite para que el Congreso regule el uso lúdico del cannabis. Esto luego de que en octubre de 2018 declarara inconstitucional la prohibición del consumo adulto de cannabis. Es turno de las y los senadores revisar los cambios hechos en la Cámara de Diputados.
De aprobarse sin cambios en el Senado, solo faltaría la firma del presidente y su posterior publicación para que México se convierta en el mercado de cannabis legal más grande del planeta, una industria que, se estima, tiene un valor de más de 420 mil millones de pesos a nivel mundial.
Imaginen el impacto que tendría en México y especialmente en el campo, el cultivo industrial de una planta de la que se obtienen alimento, fibra para telas, aceite para combustibles, medicamentos y que además tiene la capacidad de limpiar los suelos y absorber grandes cantidades de dióxido de carbono del ambiente. Sería una Revolución Verde 2.0.
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Presidente de la ANICANN