La sexualidad es una parte esencial de la vida humana que incluye múltiples dimensiones. El cannabis, una sustancia psicoactiva de uso común, ha mostrado tener una variedad de efectos sobre la sexualidad. Una reciente revisión científica publicada en la revista Psychopharmacology ha explorado de manera exhaustiva la compleja relación entre el consumo de cannabis y la sexualidad humana. Este estudio, llevado a cabo por investigadores del Centro de Investigación Cerebral Multidisciplinaria Gonda de la Universidad Bar-Ilan en Israel, sugiere que el consumo de cannabis está asociado a una mayor frecuencia de relaciones sexuales y una mejora en la calidad de estas experiencias. No obstante, los efectos varían considerablemente según la dosis y el género de la persona.

El revela que el consumo de cannabis puede aumentar el placer sexual, reducir las inhibiciones, aliviar la ansiedad y fomentar una mayor intimidad entre las parejas. En particular, las dosis bajas de cannabis son más efectivas para mejorar la satisfacción sexual, mientras que las dosis más altas pueden disminuir el deseo y el rendimiento sexual. Este hallazgo es fundamental, ya que subraya la importancia de la moderación en el consumo de cannabis para obtener beneficios sexuales.

El estudio destaca que las mujeres tienden a experimentar efectos sexuales más beneficiosos con el consumo de cannabis. La cannabis puede aliviar problemas como la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y mejorar la experiencia sensorial y el placer durante los encuentros sexuales. Además, las dosis bajas de cannabinoides, como el THC y la tetrahidrocannabivarina (THCV), podrían aliviar la ansiedad relacionada con las actividades sexuales, promoviendo el deseo y la excitación, especialmente en mujeres.

Algunas de las investigaciones mencionadas en el estudio provienen de la sexóloga clínica Suzanne Mulvehill y del médico especialista en cannabis Jordan Tischler. Un basado en una encuesta de 2022 reveló que entre las mujeres con dificultades para alcanzar el orgasmo, más del 70% informó que el consumo de cannabis aumentaba tanto la facilidad (71%) como la frecuencia (72,9%) de los orgasmos, y dos tercios (67%) afirmaron que mejoraba la satisfacción con los mismos. En marzo, el Journal of Sexual Medicine publicó un informe independiente, realizado con el mismo conjunto de datos y por los mismos autores, pero en un formato más breve.

Por otro lado, los efectos en los hombres son más contradictorios. Algunos estudios sugieren que el cannabis puede causar disfunción eréctil, eyaculación precoz y retardada, mientras que otros indican una mejora en la función eréctil y una mayor satisfacción sexual. Estos resultados dispares subrayan la necesidad de más investigaciones para comprender mejor cómo el cannabis impacta la sexualidad masculina.

La revisión también señala que la frecuencia del consumo de cannabis influye en la función sexual. Un estudio citado en el artículo encontró que las mujeres que consumían cannabis con mayor frecuencia reportaban puntuaciones más altas en las mediciones de la función sexual femenina. En contraste, algunos hombres que consumían cannabis regularmente experimentaban dificultades para alcanzar el orgasmo. Estos hallazgos sugieren que el uso frecuente de cannabis podría estar relacionado con una mejor función sexual, pero también con desafíos específicos que varían según el género.

La investigación indica que el cannabis tiene el potencial de aumentar el placer sexual, reducir las inhibiciones, aliviar la ansiedad y la vergüenza, y promover la intimidad y la conexión con las parejas sexuales. Además, se ha asociado con un mayor placer durante la masturbación y una mejora de las experiencias sensoriales durante los encuentros sexuales. Estas observaciones sugieren que el cannabis puede tener efectos notables en las experiencias sexuales, aunque la dosis y la frecuencia del consumo son factores cruciales.

Los autores del estudio concluyen que el cannabis ejerce una influencia multifacética sobre diversos aspectos de la sexualidad humana, abarcando tanto resultados positivos como negativos. Resaltan la necesidad de investigaciones adicionales que estandaricen las mediciones de frecuencia y controlen más covariables para obtener una comprensión más clara y precisa.

La evidencia creciente sobre los beneficios potenciales del cannabis en la función sexual ha llevado a algunos defensores a argumentar que condiciones como el trastorno orgásmico femenino deberían calificarse para el uso de cannabis medicinal. La investigación en esta área sigue evolucionando, con estudios recientes que sugieren que el cannabis puede cerrar la brecha de igualdad en el orgasmo entre hombres y mujeres, y que tiene el potencial de mejorar el bienestar psicológico de los adultos sexualmente activos.

Finalmente, aunque el consumo de cannabis y su impacto en la sexualidad humana es un tema complejo y matizado, los hallazgos actuales son prometedores. Sugieren que, con la dosis adecuada, el cannabis puede desempeñar un papel positivo en la mejora de la vida sexual. La clave está en la moderación y en la continua investigación para desentrañar completamente los efectos de esta planta milenaria en la intimidad humana.

El camino hacia una comprensión integral de cómo la cannabis afecta la sexualidad es largo, pero los avances actuales nos acercan a una época en la que los beneficios del cannabis pueden ser utilizados de manera más eficaz y segura para mejorar la calidad de vida y las experiencias sexuales de las personas.

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