El cannabis está revolucionando muchos ámbitos y sectores como el de la salud, la economía, comercio, finanzas y cuidado ambiental. Uno de ellos es la industria químico-farmacéutica, que ante las cada vez mayores evidencias de la ciencia médica sobre los beneficios que esta planta y sus derivados tienen en la salud y el bienestar, están pasando del escepticismo a la curiosidad y desde ahí a un mayor interés por participar en lo que ya se anticipa como un multimillonario negocio de alcance global.

Los grandes laboratorios multinacionales, que concentran el mercado de fármacos y patentes, denominado Big Pharma, están dando pasos para ir más allá del seguimiento y la observación del fenómeno y anuncian cada vez más planes de inversión para participar en este jugoso negocio, lo que transformará radicalmente la industria del Cannabis.

La materia prima que está detonando la industria químico-farmacéutica y otros sectores proviene de una planta satanizada por siglos, hasta crear a su alrededor una leyenda negra que aún persiste en algunos sectores de la población, originada principalmente por los efectos psicotrópicos que, sin fundamentos técnicos o científicos, la gente asocia con probables daños a la salud.

Más allá de prejuicios o leyendas, la entrada de estas poderosas multinacionales transformará radicalmente la industria del cannabis para convertirse, en un horizonte cercano, en fuente de crecimiento para innumerables empresas del sector, que a su vez detonarán crecimiento y derrama económica a nivel local, regional y global.

El concepto Big Pharma

El término engloba a las compañías farmacéuticas más grandes e influyentes, que desempeñan un papel preponderante en esta industria a nivel mundial. Para entender con mayor claridad la dimensión y el tamaño de estos gigantes resulta de utilidad el siguiente dato publicado en el portal visualcapitalist.com: la capitalización de mercado de las 10 principales compañías de Big Pharma alcanza los $ 1.7 trillones de dólares americanos más grande que la economía de México que alcanza $ 1.2 trillones de dólares americanos, y de éstas tan sólo Johnson & Johnson, la más grande, tiene una capitalización de $ 374 mil millones de dólares.

Por muchos años, Big Pharma ha mostrado cautela para entrar de lleno a la industria del cannabis, sobre todo ante las trabas y dificultades regulatorias que aún persisten en muchos países, las cuales consideran riesgosa para la inversión en este mercado. Poco a poco esos nubarrones se están disipando ante el creciente convencimiento de los gobiernos sobre las oportunidades que este modelo de negocio representa para la inversión y el desarrollo de sus pueblos. Así pues, la participación de estos gigantes ha comenzado a moverse a medida que se concreta el patrocinio de más patentes, asociaciones y ensayos clínicos.

Avances clínicos

La cannabis tiene una historia milenaria, pues su uso con fines medicinales se remonta a por lo menos 6,000 años. No obstante, en algunos círculos aún se debate sobre los usos curativos y medicinales, a pesar de las abundantes pruebas y protocolos de investigación que han demostrado sus beneficios.

En el mundo se han completado unos 400 ensayos clínicos activos en torno al cannabidiol (CBD), un tipo de cannabinoide que constituye el 40% del extracto de la planta de cannabis.

Los dos tipos más comunes de la planta Cannabis son Sativa e Índica, que producen el Delta-9- tetrahydrocannabinol o THC, caracterizado por sus efectos psicoactivos, y el Cannabidiol o CBD, identificado por sus bondades medicinales y curativas.

Estudios recientes sobre las propiedades terapéuticas del CBD confirman su utilidad para combatir enfermedades como epilepsia, esquizofrenia, esclerosis múltiple, migrañas, artritis y efectos secundarios del cáncer.

Asimismo, el Departamento de Salud y Servicios Sociales de EU (FEED) obtuvo una patente para el uso del CBD en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas e inflamatorias, incluyendo el Alzheimer.

También, la revista británica especializada Farmacología Clínica determinó que el aceite de CBD y semillas de la planta son eficientes en el tratamiento de convulsiones, tumores, inflamaciones, cáncer y depresión

Ante todas estas evidencias 33 estados y el Distrito de Columbia en la Unión Americana han legalizado el cannabis para uso médico. Además, por sus bondades para el tratamiento del dolor cada vez un mayor número de expertos la recomiendan como alternativa al uso de analgésicos adictivos.

La incursión de Big Pharma en el cannabis

Debido a las favorables resultados y perspectivas clínicas, en el mundo cada vez se destinan mayores recursos para ejecutar protocolos de investigación aplicada en el ámbito médico-farmacológica. Toda esta investigación está detonando con rapidez la incursión de Big Pharma en el negocio, lo que contribuirá a revolucionar éstas y otras industrias periféricas.

De acuerdo con visualcapitalist.com una mayor legalización y regulación del cannabis permitirá a Big Pharma ventas anuales aproximadas a los $ 6 mil millones de dólares en 2019 de cannabis medicinal en todas sus presentaciones, para un mercado estimado en 24 millones de pacientes.

El sitio informa además que siete de los 10 principales titulares de patentes de cannabis de Canadá y Estados Unidos son grandes compañías farmacéuticas multinacionales, una tendencia que no es exclusiva de Canadá.

Cannabis, un apetitoso negocio
Cannabis, un apetitoso negocio
Cannabis, un apetitoso negocio
Cannabis, un apetitoso negocio

Muchos de estos gigantes farmacéuticos han conformado asociaciones con compañías de cannabis, como Novartis y Tilray, en una tendencia cada vez más clara para distribuir cannabis medicinal en todos los países del mundo donde se ha regulado el uso de estos fármacos, una tendencia claramente al alza dadas las favorables perspectivas del negocio, pero sobre todo las evidencias de su impacto favorable en la salud el bienestar de la población.

Los productos que cuentan con protocolos y evidencias científicas de respaldo son hoy la punta de lanza para un inminente ingreso masivo de Big Pharma en este mercado. Ello, sin duda, ayudará a una mejor comprensión y confianza del público en el cannabis como opción cierta para combatir diversas dolencias y enfermedades, marcando un hito importante para la industria.

Presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (ANICANN)

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