El Banco Mundial (BM) presentó su informe del año actual sobre el total de flujos financieros que entran a los países de ingreso bajo y medio que titula International Debt Statistics 2020.

En 2018 la cifra acumulada de la deuda externa total de México, incluyendo al sector privado es de casi 453 mil millones de dólares que, con base en los datos del BM, equivale a 38% del ingreso nacional bruto (INB).

Es una cifra muy semejante a la de Turquía, sin embargo en ese país representa 59% del INB. Por el contrario, en Rusia la deuda externa total es ligeramente mayor que la de México, pero su peso con relación al INB es 28%, considerablemente menor al de México.

Con excepción de Sudáfrica, el resto de países que integran el grupo que fue conocido como BRICS tienen una deuda externa mayor a la de México y dos de ellos mantienen altas tasas de crecimiento en sus economías; en todos el peso de la deuda con relación al ingreso nacional y al producto interno es menor al que tiene en México. La deuda externa de China es 4.5 veces mayor que la de México, pero representa apenas 14% de su INB.

A la fecha todas las mayores economías funcionan con ingresos que proceden del exterior en formas diversas, incluyendo la contratación de créditos y la colocación de bonos entre no residentes.

Entre las economías desarrolladas, los montos de ingreso de capitales son importantes, como también los de salida, y ello incluye contratación de créditos en el exterior y la colocación de títulos y diversos papeles en manos de no residentes.

El problema es el tamaño relativo del endeudamiento externo y la capacidad de cubrir sus costos a partir de los ingresos generados, que incluye la operación en el extranjero de empresas que pueden contar directamente con divisas propias. Es en este terreno que la deuda externa de México implica vulnerabilidad para la economía.

De 2010 a la fecha la deuda externa creció en un poco más de 80%, teniendo como resultado que su peso con relación al ingreso nacional también se incrementó notablemente.

En principio, considerando que los plazos de contratación de la deuda se mantienen y también la tasa de interés, el incremento demanda una porción mayor del ingreso nacional.

Ello se relaciona con el comportamiento de la economía y el débil crecimiento que en promedio tiene en el periodo.

La colocación de bonos y la contratación de créditos tiene entre sus actores principales a las corporaciones. En los últimos años la mayor parte de la deuda externa de largo plazo corresponde al sector público o es contratada con su garantía, aproximadamente 75% del total.

No obstante, el resto pertenece a las empresas. La deuda privada creció en el periodo de 2010 a 2014 en 88%. En 2014 alcanzó la cifra de 98 mil 914 millones de dólares. En los años siguientes no hay incremento en el saldo total, con una cifra de 92 mil 888 millones de dólares en 2018.

En esta materia la dificultad para el conjunto de la economía es la muy débil contribución de las corporaciones para generar divisas como resultado de sus inversiones en el exterior, a la vez que la balanza comercial de bienes y servicios registra un sistemático déficit. En conjunto se generan dificultades para financiar las actividades económicas, considerando el alto contenido importado de la producción y la demanda adicional de divisas producto de los flujos de capital que ingresan al país.

La cifra de más de 10% que representa el servicio de la deuda externa como proporción de las exportaciones es una presión adicional, teniendo en cuenta el sistemático déficit comercial.

Un elemento adicional que implica problemas para la economía del país es el perfil de vencimientos de la deuda y los intereses que deben pagarse. En algunos de los años previos se han realizado pagos importantes de capital de la deuda de largo plazo, no obstante ello hay un incremento sostenido del endeudamiento externo.

La participación del sector privado en esta materia es relevante: por ejemplo, en 2017 y 2018 los pagos al principal de deuda privada corresponden a 54% de 38 mil millones de dólares y 32 mil millones de dólares en cada año.

Por lo que toca a los intereses pagados son igualmente importantes, representando en 2017 y 2018 una cifra mayor en el primer año y equivalente en el segundo al ingreso neto de inversión extranjera directa. La mayor cantidad de los pagos realizados es por cuenta del sector público. Un comportamiento semejante en los años siguientes implican presiones en las finanzas públicas y en el financiamiento de toda la economía en tanto no se tenga mayor capacidad de generar divisas.

Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
Twitter: @GregorioVidalB

Google News

TEMAS RELACIONADOS