El alto contenido de manufacturas en las exportaciones realizadas desde México es una de las más importantes transformaciones de años recientes. Como en el caso de otros países que participan en las exportaciones manufactureras su crecimiento se asocia con el fortalecimiento de las cadenas de valor mundiales (CVM), lo que implica la fragmentación de la producción entre varios países con el crecimiento de los vínculos entre las empresas. El avance de las CVM considera la acción de la inversión extranjera, la implantación en diversas economías de actividades de las compañías para realizar su producción a partir de las decisiones de inversión que toma la dirección de la firma.

A nivel global, varios informes de organismos económicos y financieros multilaterales dan cuenta que en años recientes no se mantiene el ritmo de crecimiento del comercio internacional como en los años noventa y hasta antes de la crisis financiera y gran recesión de la década pasada y menos la participación de las CVM en ese comercio exterior. Según el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2020 del Banco Mundial, intitulado ‘El comercio al servicio del desarrollo en la era de las cadenas de valor mundiales’, desde 1990 hasta 2008 hay un incremento de la participación de las CVM en el comercio internacional, dando cuenta de la forma en que las empresas organizan la producción más allá de las fronteras de un país determinado.

Actualmente, por ejemplo, la industria automotriz en México que explica 34% de las exportaciones totales hasta agosto del año en curso, incluyen la híper-especialización de las plantas que operan en México, con un importante contenido importado. Las plantas fabrican algunos modelos a partir de piezas y partes que proceden de otras plantas de la misma compañía ubicadas en otros países, o fabrican partes como motores que se utilizan en automóviles ensamblados en otros países, destacando como destino Estados Unidos. En otras actividades altamente exportadoras, como en la fabricación de equipos y aparatos eléctricos y electrónicos, equipos y aparatos para uso en medicina, máquinas y equipos para otras industrias y recientemente partes en la industria de la aviación la situación es semejante.

La inflexión observada en el comercio internacional no necesariamente se presenta bajo las mismas condiciones en el conjunto de países. También es distinta la participación de los países en las CVM. Con base en información hasta 2015, según el informe del Banco Mundial, México se ubica en todo el periodo, desde principios de la década de los noventa del siglo pasado, en el segmento de las economías de nivel avanzado de manufacturas y servicios, no en aquellas con actividades innovadoras como es el caso de Estados Unidos y Canadá. China e India se incorporan en ese periodo a ese grupo y están avanzando con algunas de sus más importantes empresas hacia actividades innovadoras, en particular China. El país asiático, a diferencia de México, cuenta con empresas operando globalmente en actividades relevantes que consideran investigación y desarrollo, con capacidad de innovación propia. En el grupo de las 10 mayores empresas a nivel mundial por capitalización de mercado, ocho son organizadas contando con plataformas digitales y de ellas dos tienen su matriz en China. En telefonía, en cómputo e informática hay compañías con matriz en China. Ello implica una participación radicalmente diferente en las CVM.

Otra característica relevante de la inserción de la economía de China en el comercio exterior y las CVM es el componente producido en el país de los bienes y servicios exportados. En los noventa las exportaciones realizadas desde China tenían un contenido importado de 50%. Para 2000 se había reducido y en 2015 es aún menor. En 2015 el contenido producido en China de las exportaciones es de 70%. En México, el alto contenido importado de las exportaciones se mantiene. En conjunto, los formas en que se ha relacionado la economía del país al exterior, con el fortalecimiento de la producción para el exterior con alto contenido importado tiene entre sus resultados un débil crecimiento. Para modificar el proceso es imprescindible que la articulación con la economía mundial implique incrementos sostenidos en lo producido en el país para cubrir necesidades sociales internas en crecimiento y las propias exportaciones.

Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Twitter: @GregorioVidalB

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