Ciertamente la guerra no declarada, pero fatalmente real en Ucrania, es una calamidad de proporciones aún desconocidas. Y sucede justo al final de otra calamidad no registrada en casi 100 años, el Covid-19.
Dos golpes devastadores, por el lado humano y el económico a nivel mundial. Cualquiera que piense que está fuera de sus efectos está muy equivocado. Aun aquellos que piensan que llevan la mano, o que les cayó como anillo al dedo, la realidad pronto les dará una buena bofetada.
Mexico vive una situación también muy crítica, pues ya no hay dinero que alcance en las arcas gubernamentales, los programas sociales ya no llegan a quien debería recibirlos, las obras públicas siguen siendo hoyos negros que engullen millones y millones de pesos y no se espera que tengan retornos. La polarización pública es cada vez más evidente y para colmo, el crimen está en modo rampante.
Las herramientas de política pública del Banco de México pronto ya no tendrán mucho efecto y llegará un punto de inflexión, cuando un mayor aumento en la tasa de interés de referencia ya no frene la inflación y si frene el motor económico. Entonces, entraremos en “el mundo zombi” de la estanflación.
¿Qué podemos (y debemos) hacer en esta situación y ante semejante panorama? Pues soltar las amarras y fomentar el emprendimiento como locos. Políticas públicas de fomento a la industria, el comercio, los servicios y el sector primario.
Programas de ayuda financiera, baja de impuestos y facilidad para pagarlos, menores trámites al comercio internacional, agilización de la apertura de empresas y el establecimiento de la inversión extranjera. Tenemos que incentivar los 3 motores de la economía que son el consumo, la inversión y las exportaciones. Debemos escapar de la “zombificación” de la economía ¡a la voz de ya!
Pero para todo ello requerimos no solo del empuje de los mexicanos, sino de su gobierno. Mismo que parece que está en otro mundo, o en otra época, y no se da cuenta del tsunami que viene.
Tenemos un secretario de Hacienda (debería decir ¿tenemos?) que brilla por su ausencia, y que en lo operativo, el SAT es una tortura digna de “Vlad el Empalador”, una secretaría de economía que anuncia la apertura de negociaciones con Corea del Sur (¿?), una secretaría del Trabajo que persigue a las empresas que contratar personal como si fueran forajidos, una COFEPRIS que no autoriza los nuevos medicamentos, y de los más conocidos ya no hay en México, una secretaría de agricultura que solo apoya la devastación de nuestros bosques, una Comisión Reguladora de Energía (CRE) cooptada por el ejecutivo y la CFE, y que no autoriza nuevos proyectos privados de generación eléctrica, en fin, una situación nada halagüeña, y donde vemos que al parecer ¡el enemigo está en casa!
En referencia al inicio de las negociaciones de un TLC con Corea del Sur, el tema es complicado, pues siempre hemos tenido la negativa del sector acerero y agropecuario de entrar en dicho sistema de tarifas cero a productos de estos sectores provenientes de Corea. No creo que podamos logar algo sin dañar estos sectores, o bien dañar esos sectores en Corea. Así es que, no esperen resultados pronto de esta iniciativa.
Pero aún esta angustiante situación, hay regiones de México que siguen generando PIB, como Nuevo León y Coahuila. Sus exportaciones ya van más allá de los valores prepandemia, y con indicadores de empleo boyantes. ¡Debemos de voltear a ver que están haciendo bien estas entidades! Pues hay inversión (nacional y extranjera), el consumo ha empezado a aumentar, y las exportaciones ni se diga.
Según el consenso de las firmas de corretaje de inmuebles en estos dos estados, el inventario de naves industriales para empresas productivas se agotó a principios de este año, y ya hay más de 20 nuevos proyectos que entrarán al mercado en lo que resta del 2021 por más de 400,000 metros cuadrados, además de proyectos individuales (edificios construidos a la medida) por más de 1 millón de metros cuadrados.
Más aún, estos nuevos proyectos han anunciado ya que requieren contratar a más de 40,000 trabajadores en los próximos 24 meses. Ya incluso se ven inmigrantes centroamericanos y caribeños trabajado en obras de construcción, centros comerciales, restaurantes y generando PIB.
La alianza estratégica de estas dos entidades con el mercado de EUA ha probado ser muy valiosa, y estados como Chihuahua, Sonora, Baja California y Tamaulipas están en la misma línea, pero con limitantes graves en materia de energía eléctrica y con temas serios de inseguridad.
La receta parece obvia, ¿no? Sin embargo, el gobierno central parece alejado de esta realidad y escoge peleas sin sentido contra el parlamento europeo, los periodistas, los conservadores (lo que signifique eso), o bien los neoliberales (también lo que signifique eso). Vaya de mi parte, y de filón, una expresión muy mexicana, ¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo, no creen?