Eso es una aseveración temeraria, o bien puede ser una pregunta que requieres ciertas consideraciones. Para esto, debemos primero entender ¿Qué es un sistema de pagos? ¿Por qué se requiere un convencionalismo social? y ¿Qué condiciones tiene que cumplir?

La historia del dinero como instrumento de pago tiene una larga trama, en donde de forma resumida podemos enunciar su inicio como un sustituto del trueque, donde se le empezó a dar valor a diversos objetos como ciertas piedras (cuentas), conchas o el cacao (tal vez por su escasez).

En un tiempo en la antigua Roma y debido a lo preciado de la “sal”, para condimento, a los soldados romanos se les pagaba con kilos de sal, que luego trocaban por otros bienes o alimentos, de ahí viene la palabra “salario”.

Estos objetos pronto probaron su fragilidad y bajo control, y luego fueron sustituidos por metales más resistentes, pero igualmente escasos y con cierto valor, como el oro o las gemas.

Posteriormente, y como no era difícil transportar dichos metales, se usaron documentos de resguardo para transar con ellos en vez de los metales, de tal manera que, en tiempos más recientes llegaríamos a las monedas fiduciarias.

Son estas últimas las que han dominado el panorama de los últimos 50 años a nivel mundial. Una característica de todos estos medios de pago fue la creencia o convencionalismo social de que tenían valor intrínseco, esto es, que tenían un valor percibido o dado por todos los individuos a un objeto determinado.

De tal manera que, dicho objeto confería el equivalente del valor esperado, en bienes y servicios, a su poseedor.

Las monedas fiduciarias (fiduciaria viene del latín “fiducia” que significa confianza, y por lo tanto no están respaldadas por un metal precioso), tienen 3 características principales que les otorga valor: La convención o pacto social de que “si” tiene valor intrínseco porque una autoridad garantiza su convertibilidad, su utilidad como denominación de valor en cuentas contables y transacciones, y el acervo de valor o patrimonio.

En otras palabras, una moneda fiduciaria me da seguridad en lo que tengo, lo que puedo comprar con ello, y que todos lo acepten.

Para evitarnos el tener en nuestra casa o en una caja fuerte nuestro dinero o patrimonio, es que se desarrollaron los bancos. El sistema bancario también ha evolucionado mucho en los últimos 400 años, a partir de una visión mercantilista usurera y de influencia del poder político, a una de financiación para el desarrollo y el emprendedurismo.

Hoy en día el sistema bancario se puede esquematizar en 3 niveles, uno comercial y que es el que trata directamente con los individuos, otro central, que en cada país o región ofrece sustento y orden al sistema bancario comercial, y que a su vez es el responsable de la emisión y control del dinero fiduciario y las tasas de interés (que en algunos países es independiente del gobierno), y el sistema de pagos internacional o bancos de bancos centrales.

De las instituciones multinacionales emanadas de Bretton Woods después de la 2da. Guerra Mundial, destacan El Banco Mundial (BM), que trabaja con los países en desarrollo con el fin de reducir la pobreza y aumentar la prosperidad; El Fondo Monetario Internacional (FMI) que se ocupa de estabilizar el sistema monetario internacional y actúa como autoridad de supervisión del sistema monetario internacional; y El Banco de Pagos Internacionales (BPI) el cual es una organización financiera internacional que fomenta la cooperación internacional entre los diferentes bancos centrales (texto recuperado de las 3 fuentes enunciadas).

De esta manera, los diversos países del mundo son libres de emitir sus propias monedas, fijar sus tasas de interés y controlar sus flujos monetarios, pero siempre sobre la base de la estabilidad de precios y su reserva de valor.

Sin embargo, este sistema ha enfrentados dificultades en los últimos años, y no está exento de la influencia política, trayendo debacles económicas para los individuos como la que estamos viendo, a cada día, en países como Venezuela y Argentina.

Las criptomonedas y en especial el Bitcoin, vio su oportunidad después de la burbuja financiera del 2008, crisis que fue causada, y permitida, precisamente por el sistema financiero descrito. Los entusiastas de las criptomonedas arguyen que éstas no son controladas por bancos centrales y que, por ende, están exentas de la influencia política y su malsana manipulación. Argumento válido, pero no del todo cierto.

Pues dan por pilar un solo elemento de la característica de una moneda, su aceptación social, pero que no funcionan bien en cuanto a ser una unidad de cuenta, ni a la preservación y estabilidad de su valor en el tiempo. Válgame la comparación, las criptomonedas son como “dinero en esteroides”, tienen un impacto visible hoy, pero con poca sustancia y casi cero certezas en el tiempo.

¿Por qué digo que no dan certeza en el tiempo? Pues porque si bien ahora manejan sistemas de encriptación muy poderosos, no necesariamente lo serán para las nuevas tecnologías computacionales. He leído varios artículos que arguyen que las computadoras cuánticas, podrán abrir el protocolo de encriptación del bitcoin para el 2027, lo cual, pudiera traer una caída de su valor de forma estrepitosa unos años antes de dicho suceso.

Por otra parte, con la volatilidad de su precio con respecto a otras monedas fiduciarias, hace difícil su utilización como cuentas contables y expresión del valor de activos. Me explico, si hoy Elon Musk decide aceptar Bitcoin en la comprar de un Tesla, y si ahora el Bitcoin equivale más o menos al valor del auto, o sea $60,000 dólares ¿qué valor debería tener dicho auto cuando el Bitcoin valga $100,000 el próximo año? O ¿qué valor debería tener cuando el Bitcoin caiga a $1,000 dólares?

Algunos me dirán, pues muy fácil, solo divide el valor original en dólares por el valor en ese momento del Bitcoin menos su depreciación, y ¡tan-tan! Pero entonces, el Bitcoin ya no fue una unidad de cuenta ¿verdad? Pues siempre harás referencia al dólar. O sea que, el Bitcoin se parece más al oro en ese sentido que a una moneda de intercambio.

Creo que el uso de criptomonedas tiene sus ventajas, pero aun sigo creyendo que debería existir un ente que controle su emisión o masa monetaria en circulación con relación a la cantidad de bienes y servicios en la economía, para estabilizar los precios. Ahondaré más en el tema de masa monetaria y su relación con los bienes y servicios en una economía en mi próximo artículo.

Consultor en Comercio Internacional e Inversión Extranjera.
gc@nais.mx 
gcanales33@hotmail.com

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