El nuevo Tratado de Libre comercio conocido como T-MEC, entre los Estados Unidos de América, Canadá y México, pretende continuar con la consolidación de un área de ventajas comerciales entre los países de América del Norte, el cual inició formalmente en 1994.

Sin embargo, se quedaron en el tintero algunos temas importantes, mientras que sé impusieron trabas en otros, como el sector automotriz, generando dificultades en las cadenas de valor que se construyeron en 25 años con el TLCAN. Y me explico:

La idea general de Tratado es facilitar el comercio entre los países firmantes, y para ellos se decide no imponer aranceles a los productos de un país cuando se venden en los otros. De esta manera, los beneficiados son los consumidores de los 3 países.

Ahora bien, ¿cómo se decide a qué productos aplicar este beneficio? Puesto que no queremos que otros países, no firmantes, obtengan dicha ventaja para sus productos, haciendo un “by-pass” por alguno de los países miembros.

En general, el capítulo de Reglas de Origen dentro del T-MEC, es el que da pie a la determinación de qué grado de integración regional de un producto lo califica para ser elegible de la eliminación de aranceles. Para el caso de Servicios, existen capítulos específicos para los diversos servicios tales como el financiero, digital, telecomunicaciones, etc.

Sin embargo, en el caso de la industria eléctrica, lo que se pactó es solo que cada país maneja su sistema interno y “tan tan”… Y que si hubiera venta del fluido eléctrico entre los países ese se pacte entre los generadores.

Sólo en los capítulos de empresas del estado, inversión y prácticas de comercio, se menciona algo específico a este sector. Por lo demás, el mercado eléctrico mexicano es un “corral” exclusivo para el estado o algunos productores privados.

Hubiera sido bueno que se pactara un mercado gigante interconectado de electricidad para todo Norteamérica, ¿no creen? Así gozaríamos en México de electricidad más barata y competitiva. O que por lo menos los productores mexicanos (sean privados o el estado) se pongan las pilas para dar la mejor energía y mejor precio.

Pero no, esto no se negoció así. ¡Yo creo que pensaron que la electricidad no es un bien ni un servicio! O tal vez para proteger un mercado cautivo de precios de por si altos.

La razón exacta la desconozco, sin embargo, creo que mucho tuvo que ver la CFE y el mercado cerrado de Texas para que esto no se lograra. En otras palabras, tuvimos la oportunidad de lograr ese gran paso y ¡dejamos pasar la bola!

Con los problemas de apagones y falta de gas natural que, según esto, fueron ocasionados por los frentes fríos números 35 y 36 de la temporada invernal del 2021, nos dejó al descubierto la falta de la interconexión. Y de muestra un botón, para el caso de Texas, que como dije, también es una isla en temas de interconexión, la ciudad de El Paso no está en esta red cerrada y no tuvo problemas de luz como el resto de los texanos, pues rápidamente fue interconectada a otras fuentes de energía.

Esta es la ventaja de estar en un sistema interconectado, pues te pueden surtir energía de varias partes, buscando siempre el balance de cargas obviamente.

Pero claro, la perdida de libertad en el despacho de luz para los generadores y el costo de oportunidad para el despacho de la luz que generan, no son cosa que a la CFE le emocione mucho, pues no controlaría su “corralito”.

En fin, que los problemas apenas afloran y vamos a ver qué efectos, y costos, trae para la industria y el comercio, sin olvidar a los ya muy vapuleados consumidores.

Una nota aclaratoria, porque recientemente vi noticias de Texas y México donde alegan que por la tormenta invernal se congelaron los sistemas de alimentación de gas natural a las plantas generadoras.

Según las búsquedas que logré hacer por Google y después de consultar a un técnico de plantas generadoras, amigo mío, quiero aclarar que: El Gas natural se licua a -162 centígrados y pudiera solidificarse a -230 centígrados, lo cual definitivamente no pasó.

Por otra parte, ciertos sistemas internos de las plantas de cogeneración de electricidad, si deben estar preparados para este tipo de caídas abruptas de la temperatura, lo cual muy probablemente no lo estaban (cuestión de costos y probabilidad de ocurrencia de un fenómeno meteorológico de tal magnitud), y que fue lo que muy probablemente ocasionó el paro, y no el congelamiento de las aspas de los generadores de viento, como lo mencionó el Gobernador Abbott de Texas. De nuevo ¡mala planeación y mala suerte!

*El autor es Consultor en Comercio Internacional e Inversión Extranjera, con más de 40 años de trayectoria en los sectores privado y público. gc@nais.mx gcanales33@hotmail.com gc@nais.mx

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