En la República Mexicana existen entre 30 y 32 regulaciones para productos plásticos de un solo uso, sin embargo, no basta que existan estas herramientas legislativas, lo importante es qué municipio o estado ha logrado su aplicación viable y correcta para dar resultados en la disminución del uso de estos productos, sobre todo en los comercios que se dedican a la preparación de alimentos.
En el caso del estado de Baja California Sur, en 2018 se hizo una reforma a la Ley del Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente del Estado (llamada “Ley Desplastifícate”). En ésta, se menciona que a partir de su publicación en el Boletín, se trabajaría en una norma técnica y en las modificaciones a los reglamentos para cada uno de los municipios del estado, para que así se tuviera todo listo para su aplicación en los siguientes 12 meses (es decir, hasta el 16 de agosto de 2019). En cada uno de los municipios la responsabilidad de aplicación caía en las direcciones de ecología.
En el caso del municipio de La Paz, se elaboró un programa municipal para que tuviera todo un esquema de información inicial a los comercios de alimentos y tiendas de conveniencia. Posteriormente, se les ofrecería un listado de productos amigables con el medio ambiente, al igual que ideas de promociones para que sus clientes pudieran acudir con sus contenedores reutilizables, evitando con todo esto llegar a la sanción. Se tuvo el tiempo suficiente para la revisión y aprobación del programa, pero, por falta de voluntad, presupuesto y personal del propio ayuntamiento no se cumplieron con estas acciones.
En marzo del 2020 llegó la crisis sanitaria, con la cual se inició el uso excesivo de otro tipo de productos plásticos como cubrebocas, guantes y productos médicos desechables; y también los empaques para transportar comida, de los cuales, de acuerdo con datos mencionados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 70% terminarán en los océanos.
Después de casi tres años, seguimos esperando a que las autoridades municipales implementen lo estipulado por la llamada “Ley Desplastifícate”. Ante la falta de implementación y después de distintos intentos por solicitar su aplicación, la Alianza #Desplatifícate, integrada por 32 organizaciones de la sociedad civil en el estado, presentó el 10 de agosto del presente año, una demanda de amparo ante el Poder Judicial de la Federación. Su objeto es dar a conocer la omisión que se tiene en la aplicación de la ley y exigir a los integrantes del ayuntamiento de La Paz, al Director General de Desarrollo Urbano y Ecología y a la Directora de Ecología, Educación y Gestión Ambiental, la aprobación del programa municipal y la planeación para informar a los diferentes comercios sobre este programa y su aplicación.
El 16 de agosto, el Poder Judicial de la Federación admitió esta demanda de amparo y convocó a una audiencia el día 23 de septiembre para definir qué proceso determinará para los actores clave del ayuntamiento. Será interesante ver a nuestros jueces otorgando importancia a la aplicación de esta ley en el municipio de La Paz, que, dicho sea de paso, debería aplicarse sin demanda en los otros municipios del estado que de igual forma todavía no logran su aplicación, para lograr con esto una reducción real en el uso de productos plásticos de un solo uso.
Es importante mencionar que es la primera demanda de amparo presentada hacia un ayuntamiento, que tiene todas las herramientas legislativas para su implementación. Es lamentable ver que si no hay exigencia por parte de la sociedad organizada o de los propios habitantes del municipio, no se sigue trabajando sobre las leyes aprobadas, que ya son una exigencia nacional y ambiental. No se le está dando valor e importancia al impacto que estos productos plásticos generan en un estado como Baja California Sur, que basa su economía en turismo y pesca, los cuales pueden ser afectados a muy corto plazo y que, además, dañarían a la población sudcaliforniana. Desde la sociedad civil no permaneceremos con los brazos cruzados, pues sostenemos la convicción por ver nuestros mares limpios y nuestra ciudad desplastificada.