En medio de una campaña de desinformación y falsedades, entre ellas, que es para “enjuiciar a expresidentes”, el próximo 1º de agosto tendrá lugar una Consulta Popular. Independientemente del cuestionable proceso de aprobación de la pregunta de la Consulta, lo importante ahora es centrar la discusión en lo que se desprende de ella: el derecho a la verdad de las miles de víctimas de graves violaciones de derechos humanos y de la sociedad en general.
Cuando la pregunta de la Consulta Popular señala “emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas por actores políticos del pasado”, no se refiere a juzgar a expresidentes. La pregunta remite a la creación de una Comisión de la Verdad, es decir, un órgano temporal que esclarezca hechos, causas y consecuencias de las graves violaciones de derechos humanos de las que han sido víctimas miles de personas; que esclarezca los crímenes como las miles de desapariciones, actos de tortura, homicidios violentos, actos de corrupción y la impunidad de todos estos años; que cuente la historia negada a las víctimas y a la sociedad; que identifique a las y los presuntos responsables de las graves violaciones de derechos humanos.
Una Comisión de la Verdad como el primer paso para determinar responsabilidades y sancionar a las y los perpetradores, para que las víctimas accedan a la justicia y sean reparadas de forma integral. Asimismo, como mecanismo para conocer los abusos y no olvidar a sus víctimas, para asegurar que las graves violaciones de derechos humanos no se repitan.
La creación de una Comisión de la Verdad es el punto de partida para transitar del contexto de violencia extrema y de impunidad de casi el 100 por ciento en el que México se encuentra sumido desde hace años hacia la construcción de paz y justicia. Nada más acorde con el compromiso que adquirió el actual Gobierno frente a víctimas, organizaciones de la sociedad civil, comunidad académica, y expertas y expertos internacionales –hace casi tres años– de emprender acciones de búsqueda de verdad y justicia, en el contexto de los Diálogos por la Paz y la Justicia; con el principio rector “No puede haber paz sin justicia” y el eje de “Construcción de paz” del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024; y, con los derechos a la verdad, justicia, memoria, reparación y no repetición.
Por ello, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Justicia Transicional MX y Elementa DDHH hacemos un llamado a la sociedad en general a que conozca y empatice con la situación que enfrentan las miles de víctimas de violaciones graves de derechos humanos en el país y que amplifique el mensaje de exigencia para que su derecho a la verdad se garantice, a través de la creación de una Comisión de la Verdad, independientemente del resultado de la Consulta y con ello, contribuir a construir un México en paz y sin víctimas.
Porque detrás de la pregunta materia de consulta se encuentra la creación de una Comisión de la Verdad e independientemente de su resultado, subsisten los derechos a la verdad, justicia, memoria, reparación integral y no repetición y la obligación del Estado Mexicano de garantizarlos.