Xander Schauffele dio un paso importante en su carrera, al conquistar su primer Major y quitarse la etiqueta de no saber ganar en momentos importantes.
La victoria en el PGA Championship mostró la realidad del estadounidense, quien se presentó al Valhalla Golf Club como siete veces triunfador en el PGA Tour y medallista de oro olímpico en Tokio.
En la presente temporada, al californiano se le habían ido The Players Championship y el Wells Fargo Championship.
Pero Xander se ha mantenido en la élite durante los últimos siete años. Antes de su anhelada victoria en Valhalla, sumaba 12 Top 10 en Majors, entre ellos dos segundos lugares y otro par de terceros.
De jueves a domingo, el estadounidense se colocó en la cima del tablero. En la primera ronda, firmó 62 golpes en su tarjeta, para marcar récord de campeonato y empatar el registro en eventos mayores (también hizo 62 en el US Open 2023).
Es por esto que los Majors son los escenarios más complicados para los mejores golfistas del mundo. Estos torneos reúnen a las estrellas del momento, las condiciones del campo son más complicadas y la historia puede ser una carga. Sin el triunfo en el PGA Championship, Schauffele sufriría más lluvias de críticas por una supuesta ausencia de frialdad al momento de concretar, sin importar cuántos triunfos en el Tour o medallas de oro más acumule en su carrera profesional.
Hemos visto a varias estrellas pasar, dominar los campos y terminar su mejor momento sin campeonatos mayores. El inglés Lee Westwood conquistó Europa durante toda una década y alcanzó la cima del ranking mundial, pero sin título en Majors (quedó Top 3 en seis ocasiones). Su compatriota Luke Donald sufrió la misma malaria.
Schauffele logró sacudirse alguna posibilidad de quedarse en esta lista y bien podría ser el inicio de una nueva era en su carrera, con más victorias en escenarios así. Por lo pronto, ya escaló al segundo lugar del ranking mundial, será uno de los candidatos en el US Open y The Open Championship, y seguramente irá a París.
