La salida de Tiger Woods de Nike puede ser sólo el comienzo de una nueva sacudida dentro de la industria de la ropa deportiva especializada en golf.
La marca de la palomita —que podría considerarse la más popular en el mundo— terminó su relación con el máximo ganador en el PGA Tour y, según varios reportes, no existió algún conflicto entre las dos partes.
El último contrato, firmado en 2013 —por 200 millones de dólares—, venció y no hubo más qué decir. Cada uno agradeció al otro y a lo que sigue.
El rumor más fuerte en el medio deportivo estadounidense es que Woods firmará con Greyson Clothiers, una empresa fundada en 2015 y que inició su línea enfocada en el golf.
En menos de una década, logró firmar a jugadores de la talla de Justin Thomas, Matthew Fitzpatrick, Luke Donald y Erik van Rooyen. Incluso, el mexicano Carlos Ortiz vistió la marca antes de emigrar al LIV.
En diciembre del año pasado, cuando incrementaron las especulaciones de que Tiger ya no renovaría con Nike, su hijo Charlie portó vestimenta Greyson, lo que sólo ha elevado los murmullos de que ese sería el nuevo patrocinador del veterano de 48 años de edad. Al momento de esta publicación, nada está oficializado.
A pesar de que la palomita todavía cuenta con Rory McIlroy y Scottie Scheffler como sus dos máximas figuras, ya no ha firmado a jóvenes talentos, como hace algunos años. Lo que hace pensar que otras marcas especializadas en el golf —como Greyson— acaparen el mercado profesional y así seducir a los aficionados, como nosotros.
La semana pasada también se hizo oficial la partida de Jason Day de la firma estadounidense, para ahora vestir Malbon, una marca de lujo fundada en 2017 y enfocada en este deporte. Mientras que líneas de bastones, como Callaway y Titleist, cuentan con sus propias líneas de ropa (Travis Matthew y FootJoy, respectivamente) y múltiples embajadores de renombre.
Además, otras líneas no específicamente vinculadas con deportes, como Ralph Lauren, Municipal, Descente y Sid Mashburn, han expandido su catálogo y abierto un espacio dentro del mismo PGA Tour y otros circuitos internacionales.
Y también vale la pena mencionar que los golfistas del LIV utilizan las marcas de sus equipos, con la expectativa de que algún día eso les genere ganancias en la venta de productos.
Si bien, esto no significa que Nike, Adidas, Puma y otras grandes industrias deportivas desaparezcan por completo, sí es un indicio de que la competencia será mayor y veremos muchísima más variedad. Quien sea que firme a Woods, recibirá millones de dólares por parte de los aficionados.
