El segundo Major en la temporada de la LPGA, el Women’s PGA Championship, es una oportunidad para que las mexicanas Gaby López y María Fassi tengan un impulso rumbo a la parte final del calendario.
Ambas tricolores han tenido sus complicaciones en estos escenarios, aunque López —de 29 años de edad— obtuvo en ese mismo torneo su mejor resultado en un “grande”, cuando concluyó T9 en la edición 2020. Mientras que Fassi todavía busca su primer Top 10.
Ha sido una campaña de mucha actividad en la máxima categoría, con múltiples países que reciben eventos.
Un desgaste físico y mental para las jugadoras, dedicadas y enfocadas a impulsar la rama femenil a nivel internacional.
La capitalina ha disputado 10 certámenes en lo que va de 2023, con resultados medianos en los tableros. En su primera aparición, en el Tournament of Champions, Gaby concluyó en la sexta posición, pero desde entonces no ha encontrado regularidad, sin meterse entre las mejores 25 y fallando tres cortes.
La consistencia es lo que ha distinguido a la mexicana, ya tres veces ganadora en la LPGA y un nombre importante entre las representantes latinoamericanas en el circuito.
En la edición pasada del Women’s PGA Championship, López concluyó T40, y tuvo una buena actuación en el primer Major de la temporada 2023, el Chevron Championship, al ubicarse T28.
Fassi viene de no pasar el corte en sus dos últimas apariciones en la campaña, para un total de seis en la decena de eventos disputados. La joven profesional tampoco ha pasado al fin de semana en el último par de Majors a los que clasificó. Su mejor desempeño dentro de un “grande” fue un Top 15 en el Evian Champion-ship de 2021.
Las mexicanas partirán este jueves por la mañana, con unos cuantos minutos de diferencia, en el Baltusrol Golf Club de Springfield, Nueva Jersey, en lo que será una dura prueba, pero también una gran oportunidad de sobresalir y comenzar la segunda parte de la campaña de manera positiva.
Del lado de las estadounidenses, todos los reflectores estarán sobre la sensación Rose Zhang, la golfista que se graduó —tras romper todos los récords de Tiger Woods— en la Universidad de Stanford y, en su primer torneo como profesional conquistó un título LPGA. Será su primera actuación en un Major con la posibilidad de cobrar el cheque, ya que compitió en algunos todavía como amateur (T11, su mejor participación en el Chevron Championship).
La californiana se ha convertido en toda una sensación, por lo que lo interesante para este fin de semana será ver cómo soporta toda la presión.
