Recientemente hemos compartido con detalle algunas conclusiones de un estudio que publicamos en el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), en el que analizamos más de 90 crisis en los últimos 20 años a escala global.

Las crisis que más han afectado al turismo las clasificamos en cuatro grupos: 1) Desastres naturales, 2) Brotes o temas de salud, 3) Ataques terroristas o temas relacionados con seguridad, y 4) Crisis relacionadas con inestabilidad política.

En el momento de la publicación reportamos que la inestabilidad política era la madre de todas las crisis, porque impacta significativamente al sector de viajes y turismo, con un promedio de recuperación de 22 meses.

Respecto a los brotes o temas de salud, se analizaron 11 casos en los últimos 18 años. Los primeros de ellos, llegaron a tardar 34 meses en la recuperación, y el último brote registrado reportó 10 meses.

¿Qué debemos aprender de estas crisis?, ¿qué debemos considerar en este momento sin precedente con el impacto de Covid-19? Hay muchas lecciones en el camino, pero cuatro son las más relevantes:

1. La crisis que el sector tardó más en recuperarse fue, sin duda, la del ataque terrorista del 9-11 en Estados Unidos, y una de las razones fue que los gobiernos implementaron protocolos de seguridad diferentes en aeropuertos y fronteras, sin coordinación entre países, sin contribución del sector privado. Hasta la fecha después de casi 18 años no hay una estandarización de criterios. Por ejemplo, cuando pasamos por filtros de seguridad en diferentes aeropuertos del mundo, en algunos piden quitar los zapatos, en otros no; en algunos hasta el teléfono celular tiene que pasar separado y en otros no hay ningún problema si lo llevamos con nosotros.

La falta de estándares fue lo que nos afectó, ya que los primeros vuelos que despegaron después del incidente en Nueva York generaron mucha angustia y confusión a los viajeros por las revisiones y contradicciones en cada aeropuerto. Por eso, el WTTC tomó la decisión de coordinar al sector privado global con la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, además del apoyo de los gobiernos, para documentar y desarrollar los mejores protocolos, que tienen como objetivo el restablecer la confianza para comenzar a viajar, que sepa que esperar en esta nueva etapa, pero sobre todo para reducir el riesgo de contagio, de acuerdo con el conocimiento adquirido.

La primera lección del pasado es la implementación de los mismos protocolos de forma global y alineados para que no se contradigan. Esto es fundamental para la recuperación de la confianza del viajero y del sector.

2. La coordinación para abrir fronteras y eliminar barreras. A pesar de que el impacto de la crisis financiera de 2008 fue mucho mayor que las anteriores, el sector de viajes y turismo y el mundo se pudieron recuperar más rápido. En promedio tardamos 18 meses, a diferencia de los casi cinco años del 9-11. Un factor muy importante fue la coordinación público-privada en el seno del G20, del cual forma parte México. Los ministros de finanzas de los países de este grupo pudieron trabajar de forma coordinada con el sector privado e implementar medidas necesarias para salir adelante.

Sabemos que la recuperación será primero nacional o doméstica, y en una segunda etapa será regional. Así lo estamos viendo en regiones como Australia y Nueva Zelanda, lo que se le ha denominado una “burbuja”. Eso podría pasar entre algunos países de Europa y entre Estados Unidos, Canadá, México y el Caribe. Para esto, es fundamental tener protocolos instalados, contener los contagios, pero también coordinarse para la reapertura entre naciones, para que exista una recuperación coordinada y facilite la misma.

3. ¿Por qué pudimos volver a viajar sin tener vacunas para Ebola, SARS o MERS después de estos brotes? La razón principal es porque pudimos aislar a las personas infectadas. Fue fundamental aislarlos para recuperarnos. Sabemos que el Covid-19 es diferente, es asintomático en 80% de los casos, según la OMS y datos de expertos, por lo que es difícil o casi imposible aislar a los contagiados, a menos que se implemente un modelo de Testing-contact-tracing o pruebas-rastreo de contactos. Las naciones que han logrado controlar más rápido los contagios han implementado más éxitosamente este proceso, y el mismo será fundamental para la recuperación de viajes.

Antes de tener una vacuna, la única forma de viajar será agregando un componente de pruebas en la experiencia de viaje, apoyado con una app de contacto y rastreo. De forma que se apliquen antes de despegar o al llegar a un destino, como lo estamos viendo en muchas naciones. Eso permitirá que la gran mayoría de la población que no está infectada pueda moverse y los infectados se puedan aislar. Después de hacer la prueba rápida, si sale negativo, se debe utilizar una aplicación para el rastreo de los contactos por si mas adelante se detectan virus.

4. Los países que se han recuperado más rápido en el pasado, son aquellos que han apoyado al sector turístico durante la crisis y la reactivación. El apoyo con esquemas de financiamiento para tener liquidez, para empresas pequeñas, medianas y grandes, así como para pagar a los trabajadores mientras sus contratos se suspenden temporalmente en lugar de despedirlos y apoyo en promoción e inversión en el sector, han hecho una gran diferencia para recuperarse en meses o años.

Por ello, el WTTC ha propuesto una serie de medidas que permitan la reapertura segura de la actividad turística, a través de protocolos para la nueva normalidad de los viajes y el turismo. Recientemente se anunció, también, el Sello de Viaje Seguro (Safe Travels Stamp) que se otorga a los destinos que adoptan los protocolos del sector privado mundial.

Esta distinción brindará confianza a los viajeros sobre las medidas de higiene y sanitización en empresas del sector, como hoteles, restaurantes, establecimientos, aerolíneas, aeropuertos y cruceros, entre otras actividades vinculadas al turismo.

Los primeros destinos en recibirla han sido Arabia Saudita, Barcelona, Cancún y el Caribe mexicano, Portugal y Sevilla.

Es fundamental aprender del pasado, sobre todo lo que nos ayudó y lo que nos afectó. Cuando hablamos de un sector que contribuye con 10% del PIB mundial, que emplea a una de cada 10 personas en el planeta, es fundamental asignar la mayor cantidad de recursos para recuperar los más de 100 millones de empleos que han sido afectados y que cada uno se traduce en una familia sin un sustento para salir adelante.

*Presidenta y CEO del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC)
www.wttc.org

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