Termina una jornada más del futbol mexicano y los dos juegos que llamaban la atención: El Clásico Nacional y el Clásico Regio tuvieron trabajos regulares, por así decirlo.
César Ramos, en el Tigres vs Monterrey, se aplicó, hizo un trabajo limpio en términos generales. Cuando no hay problemas en los partidos y se está cerca de la jugada, hay que reconocer el buen nivel de trabajo que maneja. Se espera mucho de César, y no sólo en los partidos internaciones también en el futbol mexicano, donde debe de ser punta de lanza. Ojalá que cuando le den un partido sin reflectores, también haga bien las cosas.
Pero Marco Ortiz en el Chivas vs América no tuvo un trabajo tan limpio, pero esto fue porque no tuvo el apoyo en jugadas importantes, en las que el VAR lo pudo asistir. No tuvo el acierto en jugadas importantes, donde hubo dos expulsiones y se le pasarom.
Sin ser fatalista, creo que ambos no tuvieron problemas en ambos juegos, no influyeron en el marcador.
A Daniel Quintero y a Víctor Alfonso Cáceres, les dieron gafetes internacionales con pocos partidos dirigidos. Deben entender que los ponen porque no había más. Quintero dejó mucho que desear en el juego en Mazatlán y no hace los trabajos limpios. Cáceres no toma las decisiones importantes en CU. Los árbitros de categoría deciden con personalidad y no esperan a que el VAR les recomponga la plana. Si tienes un gafete, hay que mostrar categoría, y no lo hicieron de esta manera.
En los otros trabajos, se nota la falta de instrucción técnica y de concentración. Se debe saber cuándo sí o cuándo no debe intervenir el famoso VAR. Hace falta capacitación, principalmente de los del VAR para saber cuándo deben llamar al árbitro.