Desde jueves, viernes y sábado, hubo arbitrajes de pena, vergonzosos, lastimosos, con falta de coordinación, compañerismo y profesionalismo por parte de la gente que trabaja en el .

Ayer, en el videoarbitraje estuvo Diego Montaño, quien también es árbitro central, y dejó morir solo a Óscar Macías, quien es un potencial rival suyo en la lucha por recibir mayores designaciones.

En el Pumas vs FC Juárez , Macías tuvo una actuación de pena, junto con Andrés Hernández y Eduardo Acosta, porque la culpabilidad es compartida. Macías sí es el máximo responsable y estaba perdido, pero ¿qué hicieron sus asistentes?, y —lo más lamentable— Montaño, quien también es juez internacional y nunca apoyó a sus compañeros en las jugadas importantes. De los dos, no se hace uno.

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El trabajo de Macías fue lamentable, pero también dejó en claro lo que hoy es el arbitraje mexicano y el VAR, que son una vergüenza. Basta con saber quiénes son los instructores, porque los mismos árbitros siguen dirigiendo.

Hoy en día, son seis árbitros por partido y ninguno tuvo la capacidad de decirle a Macías que lo estaba haciendo muy mal. Si esto no le sirve a Macías, deben darle las gracias.

futbol@eluniversal.com.mx

 
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