En la semifinal entre el León y el Guadalajara , se tiene que tomar un tiempo para analizar lo que han generado los entrenadores de estos equipos para sus jugadores, para la institución y para el aficionado.
Ignacio Ambriz y Víctor Manuel Vucetich han logrado mucho; el primero, con mucho más tiempo frente a su equipo, donde ha generado un estilo de juego, solvencia, equilibrio y ambición. Pase quien pase, sea quien sea el delantero, sea quien sea el futbolista que alinee, saben perfectamente a qué jugar, liderados por Luis Montes y Fernando Navarro , dos futbolistas que tienen muchos años en el club. Identificación plena y liderazgo comprobado que ha sabido aprovechar Nacho Ambriz.
Víctor Manuel Vucetich fue duramente criticado cuando no llegaron los resultados de manera inmediata con las Chivas. Muchos de los aficionados que hoy se emocionan con la oportunidad de ganar el título 13 de este club, tras eliminar al América, lo llegaron a calificar de obsoleto y le restaron mérito a su trayectoria y la manera en que trabaja, ponderando el orden para después generar opciones. Ahora bien, lo que ha logrado Víctor es doblemente valioso cuando analizas el equipo que tiene. Entre bajas por indisciplinas y una mala planeación del plantel por parte de la directiva, este experimentado entrenador ha sacado los resultados con buenos planteamientos tácticos, como los que le hizo a Miguel Herrera, y con una buena gestión de grupo.
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Volviendo a Ambriz, le ha dado un giro a lo que se veía de sus equipos en la cancha. Se le asociaba con un futbol especulativo y —en palabras coloquiales— hasta aburrido, pero hizo de este León una escuadra que domina su estilo de juego, al sacar el mayor de los provechos a las condiciones de sus jugadores. Es difícil ver a este equipo tirar pelotazos sin ton ni son. Tiene una progresión de juego constante, en la que involucra de manera positiva a la ofensiva, a prácticamente todos sus futbolistas en la cancha, con movimientos bien trabajados, para ocupar y aprovechar espacios y movimientos sin balón.
Si acaso en ambos planteles, de lo que más pueden sufrir estos entrenadores es de la falta de un centro delantero (un ‘9’) top en la Liga MX. Si el León lo tuviera, sería el equipo más completo en el futbol mexicano, pero ni Emanuel Gigliotti ni Nicolás Sosa lo son, aunque no dejan de aportar. En las Chivas, entre lesiones y baja de juego, esa posición extraña a uno de esos futbolistas que puedan cargar con el club.
A partir de estos ingredientes, esta semifinal se ve como un platillo estratégico que vendrá desde los banquillos, y eso lo puede hacer muy atractivo, sin que esto signifique que los equipos se vayan a cerrar y sean espantosos empates sin goles. A Ambriz le falta el título para coronar el buen trabajo con el León, pero antes de pensar en eso tendrá que incapacitar al equipo de un hombre como Vucetich, que —por lo menos en los cuartos de final— ridiculizó a su rival en la banca del América.