Tanto se tardaron los Tigres en encontrar al técnico ideal, que realmente hiciera jugar a esa poderosa plantilla como lo merece, y es muy probable que lo vayan a perder, en pos de tratar de no hacer el rídiculo en la Copa del Mundo.
Si es cierto que Miguel Herrera es el Plan B de la Federación Mexicana de Futbol para sustituir a Gerardo Martino, Yon de Luisa y su gente ya están del otro lado, porque el todavía técnico de los Tigres aceptará volver a la Selección, esa de la que se fue hace casi siete años por problemas extracancha, no a causa de falta de resultados, ya que acababa de ganar la Copa de Oro, aunque de forma polémica.
Herrera es un hombre bien visto por buena parte de los directivos en el futbol mexicano, más allá de su carácter explosivo, el cual volvió a quedar de manifiesto el fin de semana, cuando tuvo un altercado con un integrante del Pachuca en un juego amistoso. Si Miguel logra dominar eso, no tendrá problemas en hacer jugar bien a la Selección, tal como lo ha hecho ya con los Tigres, cuya afición es posible que vea cómo se le va el técnico ideal.
Porque atrás han quedado las épocas en las que este equipo juega a sacar el resultado, lo cual solía hacer con Ricardo Ferretti. Los Tigres de Miguel Herrera son agradables a la tribuna, vistosos, con André-Pierre Gignac cerca, muy cerca de su nivel ideal, y de eso también tiene buena parte de mérito el entrenador.
Se nota que la figura francesa está cómoda, y cuando eso pesa, marca diferencia como ninguno en la Liga MX, lo que hoy tiene a los Tigres como los principales aspirantes a ganar el título del Clausura 2022, más allá de que el Pachuca es el líder.
En caso de que Herrera sea el elegido y acepte, vendrá la parte de la negociación con la directiva de los Tigres, la cual no dejará ir tan fácil a su entrenador. Es probable que se dé un escenario muy similar al de finales de 2013, cuando Miguel llegó a la Selección para solucionar el desastre que habían dejado José Manuel de la Torre y Víctor Manuel Vucetich.
Aquella vez, dobleteó con el América (al que metió hasta la final, la que perdió con el León) y la Selección Nacional (a la que clasificó a Brasil 2014 tras vencer a Nueva Zelanda en la bochornosa reclasificación).
Ahora podría ser muy similar, dirigiendo a los Tigres en lo que resta del Clausura 2022 y haciéndose cargo de la Selección, de entrada, para el amistoso del 27 de abril en Orlando, contra Guatemala.
Dentro de algunos días, los dueños de clubes —los verdaderos— se reunirán para definir el destino de Gerardo Martino. Si optan por quitarlo y su primera opción es Herrera, no tendrán traba alguna, porque Miguel desea volver al Tricolor y qué mejor escenario para él que con la posibilidad de dirigirlo en otra Copa del Mundo, tal como pasó hace ocho años.
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