El partido de esta noche contra Costa Rica es la primera gran prueba de la Selección Mexicana post Raúl Jiménez . Alan Pulido tendrá que iniciar la demostración de que tiene la capacidad para ser el delantero centro del equipo; igualmente Henry Martín, quien ya fue puesto a prueba contra Islandia, el sábado.
Javier Hernández sigue metiendo goles en la MLS, pero no está en planes a futuro; antes, hay más opciones. José Juan Macías , de quien Gerardo Martino espera que por fin tome en serio su profesión y todo lo que cree ser lo demuestre en los Olímpicos de Tokio , y no sólo sean actitudes de crack en su cabeza. Por eso, agilizan los trámites de naturalización de Rogelio Funes Mori, el delantero que desea Martino, pero que aún no está listo por burocracia, porque —según la Secretaria de Gobernación— esos trámites no deberían durar más de 45 días hábiles, aunque —claro— por pandemia mucho se retrasó.
“Si llegara a existir la posibilidad, me reuniría con los más grandes del plantel”, aceptó ayer Martino, en rueda de prensa. Por primera vez, se acepta públicamente que hay posibilidad de tener al jugador de los Rayados de Monterrey en su Selección. Y hace bien, no tiene nada de malo, ni es un pecado, que un futbolista que sea elegible, que tenga talento y que sea de la confianza del entrenador, sea llamado a una Selección Nacional .
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Sería un retroceso mental pensar lo contrario. El futbol es de calidad. Claro que, en una Selección, también es tema de nacionalidad y si Rogelio Funes Mori es legalmente mexicano es tan elegible como Hernández, Macías, usted o yo. Esas actitudes patrioteras, baratas expresiones de amor al país, no hacen más que dañar al entorno futbolístico mexicano.
Nadie puede negar la calidad de Funes Mori, nadie. Como sí se pudo evaluar y profundizar en su momento con la actitud, nivel competitivo y rendimiento, a Guillermo Franco, un oportunismo absoluto, derivado del amiguismo. Pero ¿quiénes criticaron cuando fueron Sinha o Chaco Giménez al equipo? Más que justificado, simplemente es de niveles competitivos, no de tratar a mexicanos de primera o segunda clase. Les guste o no a los críticos más recalcitrantes, Funes Mori será mexicano, igual que ellos.
Muchos Mundiales de futbol han tenido en los equipos campeones a futbolistas naturalizados y nadie se rasgó las vestiduras en los medios de comunicación de sus respectivos países. Al contrario, abiertos, estudiados e inteligentes, entienden que es parte de la humanidad y no se tiran al piso. Mauro Camoranesi, con Italia en 2006; Marco Senna, en la prelista de Vicente del Bosque en el Mundial 2010; Miroslav Klose, Lukas Podolski con Alemania en 2014; y en Francia, cuando levantaron la Copa en 2018, varios futbolistas no nacidos ahí celebraron en Rusia. Es decir, no hay rencillas, sino inteligencia.
Pero para que eso no pase, las oportunidades las tiene n Pulido y Martín, también Macías. Porque ahí sí nadie podría justificar el llamado de Funes Mori, si estos futbolistas funcionan, encuentran definición y espíritu grupal.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx