La última vez que se coronaron fue hace ocho años y medio, y de inmediato se empeñaron en hacerlo un equipo gris.
Los Pumas olvidaron lo que eran, tienen amnesia futbolística y un liderazgo acabado. Han sido dos administraciones, la de Jorge Borja y la de Rodrigo Ares de Parga, que lo único que tienen que presumir son dificultades económicas, deportivas, administrativas, escandalosas y sin rumbo. Ya no será más Ares de Parga el presidente del equipo, pero eso es lo de menos.
Quien venga encontrará en los manejos letargo, arrogancia y poca sabiduría.
Ares de Parga será el primer presidente en no cumplir con su periodo, lo echaron antes por presiones ante el rector Enrique Graue, quien sacrificó a su amigo para no encontrar líos en la reelección a la rectoría de la UNAM . El todavía presidente de Pumas tenía que concluir su mandato en marzo de 2020 y tenía opción a reelección.
El Patronato se fundó en 1977 y hasta hoy todos los presidentes habían cumplido con su periodo.
En 2012, cuando Borja tomó al equipo, empezó la desgracia y la falta de identidad fue mucho más grave. Vendió a Pumas Morelos, compró futbolistas que nada tenían que ver con los Pumas y, lo peor, entrenadores que solamente vendieron humo y se llevaron grandes cantidades de dinero de las arcas.
Así han pasado los años y cada vez pierden más aficionados. No hay arraigo. Según el estudio más reciente de Consulta Mitofsky, la afición a Pumas ya no está entre las cuatro principales, es la quinta, por debajo de América, Guadalajara, Cruz Azul y Tigres , lo cual se debe a las pésimas decisiones deportivas.
El rector Graue dijo que no urgía un presidente, que ya hay uno, mostrando su grave desconocimiento de cómo se maneja el equipo de futbol. Si dejarán a Jesús Ramírez como el encargado de la oficina, este equipo terminará peor. Ramírez fue echado del América por pésimos resultados deportivos y de gestión administrativa, así que allá ellos. Pobres Pumas si deciden que sea su líder.
Estarán fuera de la Liguilla, sin presidente, sin apoyo del rector y con números que demuestran que pierden aficionados. O hacen algo o seguirá deambulando como zombie en la Liga, sin que a nadie le importe dos malditos pepinos. No lo deben convertir en los nuevos Tecos.