En junio de 2018 la Oficina del Comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, suspendió al lanzador venezolano de los Padres de San Diego , José Torres, por 100 partidos sin goce de sueldo, la razón: cargos por violencia doméstica.
Hay muchos casos más, de 2016 a la fecha la MLB (Major League Baseball) ha sancionado a 13 peloteros por violencia doméstica con castigos que van de los 15 a 100 juegos de suspensión sin que en ese lapso reciban un solo centavo. Entre estos personajes, hay mexicanos. En 2018, el lanzador Roberto Osuna , en aquel entonces con los Bluejays de Toronto, recibió 75 juegos de suspensión sin derecho a salario por presuntamente agredir a su novia. Eso le costo incluso salir del equipo, aunque después fue rescatado por los Astros de Houston . Julio Urías, pitcher de los Dodgers de Los Ángeles, también estuvo involucrado en este tipo de violencia y fue castigado 20 juegos, luego de que gracias a un video se reveló que no fue una agresión directa contra su pareja.
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El actual portero de Lanús, Agustín Rossi, cuando jugaba para Boca Juniors en 2019, fue objeto del deseo de Minnesota United de la MLS , pero al saber los altos mandos de la liga estadounidense que estuvo involucrado en un asunto de violencia de género en Argentina, ordenaron que no se le fichara.
En la NFL han existido muchos casos, algunos polémicos porque les han quitado castigo. El más sonado ocurrió en 2014, cuando el excorredor de Baltimore, Ray Rice , fue acusado de asalto agravado de tercer grado por golpear y dejar inconsciente a su prometida en un elevador de un hotel en Atlantic City . Otro fue el de Tyreek Hill, receptor de los Chiefs de Kansas City que se vio involucrado en violencia doméstica en 2019, señalado por su pareja. Es decir, ligas serias tienen manuales claros, políticas sobre violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil.
En México en menos de una semana se han destapado dos graves casos, el de Renato Ibarra y el que gracias al texto de Ignacio Fantasma Suárez en el diario Récord salió a la luz pública, del futbolista juvenil Marco García.
En ninguno de estos la Liga MX ha actuado y sancionado, solamente en el caso del todavía jugador del América sacó un comunicado en el que condenaban la violencia contra la mujer, pero simplemente no existen este tipo de políticas en el balompié de nuestro país. Así puede seguir el futbolista haciendo lo que se le pegue la gana, al final y al cabo lo pueden correr de un equipo, pero si alguien desea contratarlo, lo podría hacer sin problemas, lo que muestra lo poco preparado que está el futbol mexicano para encarar este tipo de situaciones.
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Renato seguramente será dado de baja del América, García ya fue inhabilitado, algo peculiar, porque tratándose de la UNAM debería aplicar con rigor sus reglamentos internos. ¿Cuántos más? ¿Cuántos hay que negocian silencio? ¿Cuántos existen que no son conocidos? Hoy la Liga MX debe tener un pendiente claro para su próxima reunión hacer una política al estilo MLB o NFL de violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil, en caso que alguno de sus afiliados caiga en eso.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
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