Ha sido una de las temporadas con menor número de despidos de entrenador, solamente uno: Leandro Cufré —con Atlas—, después de la Jornada 3, algo que no se puede tomar como serio, ya que nunca estuvo en los planes de la nueva directiva rojinegra. Pero esta Fecha puede ser el parteaguas para que empiecen a moverse los banquillos en la Liga MX, porque hay cuatro directores técnicos que están en riesgo de perder su trabajo, en caso de no sumar una victoria.
Evidentemente, el que peor panorama tiene es Rafael Puente con el Atlas. Suma cuatro derrotas consecutivas en este club y 11 totales, si tomamos en cuenta su paso con el Querétaro; es decir, la directiva atlista se daría cuenta de que cometió un error y tendría que enmendarlo.
Otro que tiene enorme riesgo es Antonio Mohamed , quien —a diferencia de Puente— es un técnico hecho y derecho, pero la está pasando muy mal en el Monterrey, que se ve como un equipo depresivo, confundido, pero en ocasiones solapado por el último título que dio a la institución. La realidad es que no ha funcionado desde que arrancó el año y tener a la plantilla más cara del futbol mexicano con tres malditos puntos es un rotundo fracaso; en caso de perder, ahora con el Atlético de San Luis, sería seguramente el punto final de esta historia. Aunque a mitad de semana tiene que remontar un 0-2 contra el FC Juárez, en la Copa MX, podría ser un buen momento para tratar de encontrar un revulsivo en un plantel que, si está sin ambición y sin funcionamiento, es culpa de los jugadores, pero también mucha del entrenador, al no poder sacarlos de un marasmo mental y físico.
Y aunque pareciera precipitado y hasta incongruente, Luis Fernando Tena tiene una alta obligación de ganar el clásico tapatío, ante la peor versión —en muchos años— del Atlas. Sería una reverenda estupidez hacer cambios en la dirección técnica, pero sería el pretexto perfecto para hacerlo. Perder contra el Atlas lo tiene prohibido, y más por lo que representa el paso y nivel deportivo del equipo rojinegro. Hoy, el Atlas cumple un mes sin anotar gol. Imaginemos lo que sería si las Chivalácticas perdieran ante esta pobre versión.
El Toluca es otro caso que tendría en riesgo la continuidad de su entrenador, si pierde. A José Manuel de la Torre no se le ve a gusto en el club. La goleada en Tijuana, por la semifinal de Copa, lo llevó abatido a la sala de conferencias, mostrando un sinsabor por lo que está viviendo en esta tercera etapa con el equipo choricero, así que atención en La Corregidora, porque los Diablos también podrían estar encendiendo sus focos rojos y buscando soluciones rápidas.
Quien no está en riesgo es Miguel Herrera, pero sí fue algo extraño que —en más de 250 partidos dirigidos con el América— no haya aparecido en la conferencia de prensa previa, como lo ha hecho siempre. Tal vez, el pavor de enfrentar a los medios por el tema Roger Martínez y explicar su ausencia en ocho jornadas, lo llevó a considerar que era mejor que hablara Guillermo Ochoa y no él.
Extraño, ¿no?
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