Infiltrados, fuentes cercanas, insiders, chismosos... Llámenles como quieran, pero existen y son comunes en todos los ámbitos de la vida. Aquel que se haga o se sienta sorprendido porque información importante de su institución ha sido publicada por algún medio de comunicación, periodista o reporfan, está mal. Antes de sentirse violentados por esas publicaciones, deberían preguntarse quién y por qué entregan esa información a, quien saben de antemano, la compartirá.

Apenas el sábado,

, entrenador del Monterrey , encaró esta realidad al cuestionar del tema a un reportero. La molestia del técnico de Rayados es que “alguien de adentro” les pasa información de cómo pueden jugar o quiénes serían bajas, entre otras cosas, pero no es lo único que se llega a filtrar desde el interior de las instituciones. Aguirre , iluso —o aparentando serlo—, lanzó esta advertencia. Él mismo ha filtrado temas cuando le conviene que se sepan; por eso, es extraño que se moleste tanto con un periodista.

En ese mismo equipo, se filtró antes de la Jornada 1 lo que había sucedido con jugadores contagiados de Covid-19 , y ahí tambien se armó un reverendo escándalo; claro, negaron todo y a todas horas. Lo cierto es que una de las labores del periodista es esa precisamente: tener fuentes creíbles que aumenten y cercioren su información. Prácticamente, todos los personajes del futbol (los importantes, claro, los que manejan información privilegiada) han revelado a alguien de confianza algo que, se suponía, no debía saberse.

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Y no es que solamente pase en el futbol, esto sucede en cualquier actividad, pero en el futbol —últimamente— se hacen tontos, como que no saben de dónde pudo salir lo que después catalogan como “rumor” o “difamación”, o son parte del juego y no quieren dejar pistas de que son ellos mismos los que dan la información. Así que ni se hagan las víctimas o los sorprendidos de lo que se puede publicar, porque —si se ha hecho pública información que, se suponía, solamente sabían “los de adentro”— es porque alguien de “adentro” la compartió.

Estas revelaciones tienen, a su vez, distintos orígenes para ser compartidas: Desde el mero ejercicio periodístico, hasta el querer desestabilizar, o incluso elevar el valor de un futbolista (sí, no pongan cara de sorprendidos), a partir de que un dato salga a la luz. Aguirre debería estar más preocupado por lo que pasa en el interior que fijarse en el exterior.

Porque tiene un equipo tan poderoso económicamente que no funciona en el campo como desearían sus aficionados, esperando que las formas cambien, en vez de ser fríos y calculadores, resultadistas, más que agradar, son estilos de equipo chico, algo que Rayados quisiera cambiar radicalmente.

@gvlo2008 - gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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