¿Por qué? No se entiende que el equipo de los Lakers siga con tan preocupante silencio. Solamente un tuit anunciando que hoy se suspende, hasta nuevo aviso, el juego contra los Clippers en el Staples Center .
Una organización en la que cada uno de sus miembros debe estar dolido por la inesperada muerte de Kobe Bryant , pero algo debería comunicar, sin faltar al respeto a los deudos. Eso sí, reaccionando a las miles de muestras de afecto de su público, que espontáneamente va a depositar ofrendas a las inmediaciones de LA Live , lugar donde está enclavada la arena de los Lakers .
La tragedia no justifica el silencio. La policía de Los Ángeles tampoco se quiere precipitar dando información que pudiera sentenciar una decisión incorrecta por parte de las autoridades de aeronáutica en California . El helicóptero no debió despegar, la niebla era intensa y los bancos abundantes; el peligro era latente.
Quedó claro con el audio que ayer se dio a conocer, en el que se escucha una conversación entre el piloto y la torre de control , justo antes del accidente que consternó al mundo. Pero alguien le permitió despegar, ¿quién fue?, ¿por qué?
La NBA fue lenta, tardía en su reacción, y debió suspender la jornada dominical, porque solamente alimentaba la herida en cada arena, donde por 24 segundos se le rendía homenaje a Kobe, pero la actividad no debió suceder. Era mejor guardar luto, entregar el domingo a guardar y respetar por lo sucedido.
Escuetos comunicados y los juegos siguieron como si no hubiera pasado nada. De mal gusto, sin sentido. Al final de cuentas, murió uno de lo estandartes de una Liga que le debe todo su respeto. Kobe Bryant fue recordado, sí, pero las duelas debieron permanecer cerradas, en luto nacional de ese deporte.
Apenas se dio cierta coherencia con la suspensión del partido programado para esta noche frente a los Clippers . El clásico angelino puede esperar, porque lo ocurrido la mañana del domingo fue una tragedia, con la que bajo ninguna circunstancia debería lucrarse.
Lamentablemente, eso parece ocurrir, y la prueba es el costo de los boletos para el juego que los Lakers sostendrán el viernes, contra los Trailblazers de Portland en el Staples Center . Algunas entradas se cotizan hasta en dos mil 300 dólares. Precios irreales. Penoso.
Pareciera que se quiere sacar provecho de la expectación que provocará la primera aparición del equipo de Los Ángeles tras la abrupta partida de una de sus principales figuras, si no es que la más.
Y mientras tanto, se mantiene esa incomprensible actitud por parte de toda la organización. Ningún directivo, mucho menos jugadores o empleados se han manifestado al respecto. Increíble.
La tarde del domingo se hizo viral el video en el que se ve a LeBron James devastado por la noticia del deceso de Bryant . No era para menos, había una estrecha relación entre ambos. Por eso resulta inexplicable que no se haya dado una mifestación oficial. ¿Qué ocultan?, ¿a qué le temen?, ¿quién les impide dar el pésame por una gigantesca figura? Todo es incomprensible hasta ahora.