El fin de semana fue para Hirving Lozano . Anotar en dos ocasiones contra Atalanta , abrazarse con Gennaro Gattuso de esa forma tan sentida, porque fue el mismo entrenador quien lo evidenció en medio de la pandemia, cuando los ojos de todos estaban con el mexicano y había un sentimiento de que lo maltrataban desde que se fue su gran protector, Carlo Ancelotti .
No fue así. Todos victimizamos al Chucky Lozano . Los insultos en redes para el entrenador napolitano eran constantes. ¿Cómo pudo tocar al niño consentido del futbol mexicano, exponiéndolo al decir que no sabía defender, no hacía recorridos largos y hasta se caía después de disparar a la portería? Lo expulsó de un entrenamiento y eso hizo enfurecer a todos los seguidores del futbol mexicano.
Pero hoy, Lozano ha trabajado con humildad, dedicación y hambre, esa que han perdido muchos, entre ellos Javier Hernández . Porque mientras esto pasa en Italia, en Estados Unidos reportes de ESPN aseguran que a Chicharito ya nadie lo tolera en el vestuario. Su arrogancia, petulancia, soberbia y aires de grandeza, son inaguantables.
Balbucean cuando entra al camerino y se escucha —bajito— “ahí viene Cristiano Ronaldo ”, “no se ha dado cuenta que ya ni jugador es” y aparecen las risas. A diferencia de Chucky , no supo adaptarse a la adversidad, su mente no aceptó salir del futbol de Europa , ni su nueva realidad. La diferencia: La capacidad intelectual para entender las situaciones.
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Lozano
sabe que tiene todo para triunfar y trascender, pero se necesita diciplina y trabajo, humildad; Hernández cree que ya triunfó, aunque no haya ganado nada y sea parte fundamental de la generación del fracaso en la Selección Nacional . Hoy, el cambio en la Selección sí tiene verdadero talento, no inflación mediática, como fue con Hernández , Dos Santos , Peralta y compañía.
Gerardo Martino
tiene a tres jugadores de alto nivel, quienes destacan con sus clubes en Europa . Raúl Jiménez , Jesús Corona y Lozano deben convertirse en el objetivo central del entrenador, para mantenerlos con ese bajo perfil social, sin escándalos. Que entiendan que son el recambio del futbol mexicano.
Martino está en ese grupo de personajes del futbol a los que no les interesan los reflectores, ni los pleitos, mucho menos la polémica barata o los rollos interminables. Lozano destaca por su mente, por querer seguir en la élite. Las actitudes marcan a las personas, por más talento que uno tenga. Pesa si se vive en un mundo irreal y se creen sus propias mentiras.
De Hollywood al sur de Italia, las muestras son evidentes. Uno, el presente y el futuro; el otro, un bonito recuerdo de lo que pudo ser el estrella del futbol mexicano.
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