La Liga de Balompié Mexicano es una vacilada. Un intento amorfo de competencia que lo que ha mostrado en los últimos meses es precisamente todo, menos ser profesional. Salidas imprevistas de equipos, pagos y promesas incumplidas, clubes que existieron sólo semanas, presunción de activos inexistentes y, así, una larga lista en una que, se supone, arranca el fin de semana.

Antes de tener equipos confirmados, ya tenían selección nacional, con entrenador. Cada equipo es responsable de su operación y podrán hacer lo que se les venga en gana, aunque respetando el acuerdo de los topes salariales impuestos desde las oficinas en las que Carlos Salcido (presidente de la Liga) debe estar pensando “¿en qué demonios me vine a meter?”. Pero de lo que tiene responsabilidad directa es de una serie de imprecisiones y mentiras en las que han caído.

Iniciamos con la televisión. Hicieron la pantomima de que ya tenían cerrada a TV Azteca , cuando habían hablado, sin cerrar negociación. Claro que no hubo acuerdo, pero se dedicaron a presumir que ya tenían televisora y que, con esto, los patrocinadores estarían felices. Terminan anunciando una plataforma digital que cobrará 99 pesos mensuales para ver todos los partidos, producidos por la empresa WCN de Houston.

ENTÉRATE: 

Hace unos días, en el partido de preparación entre Halcones de Zapopan y Jaguares de Jalisco, contactaron a muy buenos comentaristas de Guadalajara: Martín Ochoa, Julio Muro y Juan Pablo Romero, ofreciéndoles 500 dólares por partido. La sorpresa fue que, cuando acabó el juego, les dijeron que siempre no, que era una prueba. Ahora, se han acercado a excomentaristas de Televisa para que se hagan cargo de los partidos.

A los árbitros también les ha ido como en feria. A los directivos de esta Liga les importan 100 kilos de chapulines asados su reputación, ya que a los silbantes les prometieron 30 mil pesos por partido; ya aceptado, les dijeron que no había más que 10 mil. Pero les terminaron pagando mil por juego en el torneo de preparación que organizaron, el cual se suponía iba a ser transmitido, lo que no se hizo como debía, por el alto costo de la producción.

Y es que a esta gente de la LBM se le ha hecho muy fácil prometer, sin medir las consecuencias de haber creado una “Liga profesional”. Pensaron que, con las inscripciones de los equipos, les alcanzaría para medio echar a andar un torneo y obtener mucha ganancia.

En el caso de las transmisiones por televisión o internet, se les olvida —o se hacen como que no saben— que para hacer una producción de calidad deben poner por lo menos 100 mil pesos por partido. Todo esto, sin contar que se acumulan quejas por falta de pagos, de buenas condiciones para los futbolistas y amagos de deserciones de más clubes que, al parecer, no están dispuestos a engordar la cartera de los “dueños de la Liga ”, sin que se cumplan las promesas que hoy se han convertido, muchas de estas, en mentiras.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

 
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