El Monterrey es un digno campeón de la Liga MX después del trabajo que realizaron tras la llegada de Antonio Mohamed , quien para conseguir ese quinto título para la institución rayada, le dio una gran lección en la cancha a Miguel Herrera al momento de realizar los cambios. El estratega argentino hizo reaccionar a los suyos con las dos primeras modificaciones que hizo en la segunda parte.
Revivió a su equipo con la entrada de Vincent Janssen (en lugar de Rodolfo Pizarro) y sobre todo con la salida de Miguel Layún (quien volvió a tener un partido de muy mala marca) para dejarle su lugar a César Montes, quien ocupó un lugar en la central junto a Nicolás Sánchez para mandar a Stefan Medina a la lateral derecha y así tapar la salida americanista por ese sector.
¿Cuál fue la respuesta de Miguel? Sacar a Richard Sánchez , quien estaba teniendo un buen partido como dupla de Guido Rodríguez, para tratar de amarrar el mediocampo con la entrada de Fernando González.
Esos movimientos marcaron el rumbo del partido en lo futbolístico, aunque claro que no se puede olvidar el penalti que César Ramos no se atrevió a marcar, a pesar de haberlo revisado en el VAR, tras un abrazo de Vangioni sobre Guido. Pero más allá de eso, en el América tienen que hacer un examen de autocrítica porque lo que pasó en la cancha del Azteca fue terrible. Un gran fracaso para este equipo, y no por haber perdido en penaltis van a disfrazar el haber fallado, tanto los de la cancha como los de la banca. Nada oculta que tuvieron el partido a plenitud después de la intensidad con la que jugaron el primer tiempo y lo regalaron en actitud y en estrategia para el segundo lapso, ese en el que Mohamed se comió a Herrera.
Mención aparte merece Nicolás Castillo , quien no ha servido para maldita la cosa con el América y ayer lo volvió a demostrar.
Pasaron nueve años, pero hoy el Monterrey tiene mucho qué celebrar. Se había quedado durante mucho tiempo y muchos intentos en la orilla, a pesar de las grandes inversiones hechas por su directiva, y justo en el torneo en el que parecía que sumarían una nueva frustración, hicieron un cambio a tiempo, echaron a Diego Alonso y regresaron a un Mohamed que tenía ganas de revancha deportiva. Este hombre, que sonó tanto para el Cruz Azul , le dio personalidad a los Rayados y también revivió su juego. Le regresó la memoria futbolistica a un grupo de jugadores que volvieron a tener un líder como entrenador, confiaron en él y lo demostraron desde el primer momento.
El Turco no solamente le ha dado el quinto título de Liga al Monterrey en su historia, sino que lo hizo jugar bien, le dio personalidad y le quito la malaria de no poder levantar un campeonato después de tanto sufrimiento en una institución y una afición que hoy festeja en grande.