Tal vez, la arrogancia de los “porristas” con uniforme de medios de comunicación en Monterrey minimice que el América haya llevado a 36 mil 700 asistentes a un entrenamiento abierto, argumentando que eso lo hacen “ellos” desde hace 15 años. Léase dos grandes amigos y periodistas: Omar Zerón (Octava Sports) y Heliodoro Hinojosa (Multimedios), quienes siempre intentan hacer menos lo que proviene del centro del país, porque están seguros de que lo que hay en su “burbuja” norteña siempre será lo mejor.
En esas exageraciones se cae cuando no hay nivel en el debate. Es decir, que el América haya tenido más gente en un entrenamiento previo a la final que el Cruz Azul durante toda la temporada o que haya superado siete de nueve asistencias al estadio de los Rayados en este torneo es para burlarse, para entender que en la capital del país esto es novedoso y fue extremadamente exitoso.
El futbol es pasional y qué bueno que en Monterrey los aficionados hayan encontrado en el América a un rival de trascendencia nacional, más allá de Gonzalitos, y que exista un verdadero pique. Tigres ya lo capitalizó. Esa rivalidad con América ha logrado que seguidores del Cruz Azul, Pumas o Chivas los vean con buenos ojos, ya está adoptado como segundo equipo de quienes odian al América. Al Monterrey le falta eso, que tenga una nueva afición, y debe ganar esta serie, siendo el plantel más caro es una obligación, aunque cuando pierde siempre hay un pretexto insensato, como las dos últimas finales donde estuvo Antonio Mohamed al frente, contra Pachuca y Tigres.
Hay quienes consideramos que Tigres y América protagonizan el Nuevo Clásico; ahora es el turno del Monterrey. Porque el equipo de Tuca Ferretti ha sido muy superior a los Rayados en los últimos tiempos, jugando finales constantemente y logrando cinco títulos en los últimos nueve años, tiempo en el que el hoy equipo de Mohamed no ha ganado maldita la cosa en la Liga MX.
Monterrey no gana el campeonato desde el Apertura 2010, cuando derrotó al Santos, título ganado por Víctor Manuel Vucetich. Desde que él se fue, sólo han pasado por el club José Guadalupe Cruz, Carlos Barra, Diego Alonso y Antonio Mohamed, pero una gran cantidad de futbolistas. Proyecto en el que han invertido más de 100 millones de dólares en jugadores.
Ha pasado de todo: Ricardo Osorio, César Delgado, Ángel Reyna, Omar Arellano, Leobardo López, Marlon de Jesús, Lucas Silva, Efraín Juárez, Cándido Ramírez, Wilson Morelo, Edwin Cardona, Yimmi Chará, Pablo Barrera, Alexander Medina, Walter Gargano, Carlos Sánchez, Édgar Castillo, Walter Ayoví, Ivan Piris, Jesús Molina, Jonatan Cristaldo, Neri Cardozo, Jorge Benítez...
No todo es exitoso en Rayados; de hecho, llevan muchos años sin poder cumplir objetivos, a diferencia de su rival local, que es el que marca la hegemonía en el futbol mexicano en la actualidad. Es por eso que es tan trascendente esta final. Mohamed ya perdió dos con Rayados, una tercera sería fatal, tal vez imperdonable para el entrenador que parece haber nacido para dirigir a este equipo.