La FIFA debería escuchar varios cánticos en muchos estadios del mundo. Cuando Yon de Luisa informa que tendrán una reunión con los dirigentes mojigatos de la organización, deberían ponerles el video de:
A) “¡Que lo vengan ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero, es una puta de cabaret!”. Típico cántico que se escucha en las tribunas del futbol argentino y la FIFA lo deja pasar, como si no fuera insultante, discriminatorio y lleno de misoginia.
B) “¡Árbitro, chinga tu madre!”. Usualmente utilizado en contra de la autoridad en el campo, por una decisión en la que no están a favor seguidores de determinado equipo. Ahí tampoco hace algo la FIFA.
C) Imitar sonidos de simio en la tribuna es común en estadios europeos. Si la FIFA no los conoce, están documentados en YouTube. Claro que cuando se dieron seguidamente en Rusia, antes del Mundial 2018 entre seguidores del CSKA y Zenit, hicieron como que no existieron. Avalaban no solamente estos grotescos gritos y actitudes de los aficionados, también la corrupción comprobada para otorgar la sede.
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D) “¡Cristiano, homosexual; Cristiano, homosexual!” . A todo volumen se escuchaba en la Puskas Arena de Budapest , contra Cristiano Ronaldo en el debut en la actual Euro. Esto fue apenas el 15 de junio y, claro, como Hungría no es trascedente para FIFA , lo han dejado pasar; ni una manifestación en contra o algún comunicado reprobando el cántico. Tal vez para Gianni Infantino, que le griten a un jugador homosexual es distinto que el “¡Eeeh puto!”.
Y así, podemos citar y citar ejemplos. Claro que no es correcto gritar esa vulgaridad, pero lo que es relevante es que la FIFA pareciera solamente estar al pendiente de México. Le impone multas, amenazas, que tienen mucho más fondo de lo que se dice públicamente. Y como dijeran miembros de la comunidad LGTB+ : No da la impresión de que quieran erradicar esos gritos y manifestaciones homófobas y racistas por verdadera empatía, sino hasta parece ya parte del negocio. Porque en la eliminatoria a Rusia 2018 , castigaron a Chile, Perú y algunos otros, pero el ejercicio para dar fin a estos problemas no es constante y parece ser selectivo solamente a algunas federaciones, como la mexicana.
La FIFA quiere ser protegida en sus finanzas
, en sus ideas, en sus reglamentos, en su explotación a las sedes mundialistas.
En eso no han cambiado, siguen siendo igual que la administración de Havelange o Blatter. Es sencillo navegar con la bandera de la decencia e igualdad, pero cuando se trata de aplicar la misma regla , se echan para atrás. En fin, ahí está México, la próxima sede mundialista, a la que Estados Unidos le dio 10 partidos para 2026 y donde podemos presionar como sea.
Ojalá lo entiendan los ejecutivos en Zurich: el futbol de México y para México es uno de sus máximos activos, de los que le generan a países sede millones de dólares y, claro, a ellos también. Por eso, entender la idiosincrasia del mexicano, sería la primera gran prueba para la mojigata FIFA.