Desde el escritorio de la presidencia de la , se ha ejecutado la instrucción de los dueños de los clubes, que hoy están en Asamblea extraordinaria para definir el futuro del Querétaro, en el sentido de volver a la actividad el próximo fin de semana para darle salida a la Jornada 10 del Clausura 2022 . La determinación y el retorno a las canchas en el fubtol mexicano irá en paralelo, o al menos es lo que se espera, de tener resultados en las investigaciones que realizan las autoridades queretanas, junto con la directiva de los Gallos Blancos y la gente de la Liga.

Ante este panorama, es inevitable preguntarse si el futbol está preparado para regresar a la actividad después de lo vivido el sábado pasado en La Corregidora . Y cuando hablamos de futbol, no solamente es hacer referencia a los equipos y la propia Liga MX como las instituciones que son responsables de la realización de un evento abierto al público; al decir “el futbol”, referimos a los entrenadores y jugadores —quienes por supuesto que pueden tener desconfianza de volver a la cancha, ya que el temor de ser atacados puede estar en sus mentes—, lo mismo utileros, gente de staff de operación, etc. Al preguntar si “el futbol” está preparado para volver, es hacer referencia a la gente de seguridad, ya sea pública o privada, que en innumerables ocasiones hemos visto cómo es rebasada por la violencia, y sus protocolos siguen fallando, ya que no hay capacitación, y en el caso de la seguridad privada, incluso son empresas improvisadas o fantasmas.

Pero lo más importante al hacer la pregunta de si “el futbol” está listo para volver a la actividad, a los estadios, tiene que ver con los aficionados, no los delincuentes que protagonizaron capítulos como el ocurrido en Querétaro. No, la pregunta va para los padres, las madres, el amigo, la amiga, el abuelo, la abuela, el tío, la tía, el primo, la prima, el hermano, la hermana, el hijo, la hija. ¿Tienen la confianza de volver a un estadio de futbol?, ¿llevarían a sus pequeños de cinco o seis años de edad a un partido?

Porque ha quedado claro que ya cualquier juego puede ser de alto riesgo. Solamente se necesita que algunos cuantos detonen la violencia para vivir caos y destrucción.

El próximo sábado se jugará el Clásico en el Akron. Y aunque la casa de las Chivas es una de las sedes en las que se suele trabajar mejor en la operación para brindar seguridad, hoy seguramente estarán bajo muchas miradas. No tendría por qué haber barras del América, pero cómo harán para evitar que viajen. Tendrían que mostrar un control absoluto. Lo mismo en el Cruz Azul vs Pumas, en el León vs Tigres... Insisto, hoy cualquier juego se puede convertir en uno de alto riesgo y eso es lamentable.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

 
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