En el Guadalajara , el control de sus jugadores lo tienen las redes sociales o las revistas del corazón. Si bien, hacen lo correcto aplicando una sanción a los jugadores Uriel Antuna y Cristian Calderón , por lo publicado en esos medios, el descontrol es absoluto en la dirección deportiva de la institución, porque —por más que se haya hecho público el castigo aplicado— es un equipo que ha estado envuelto en escándalos de indisciplina durante muchos años y nada se ha podido cambiar con la nueva directiva.
Más allá de lo que publicó la revista TV Notas y lo que se vio en redes sociales, lo cual podría haber sido en sus tiempos libres, los deportistas tienen una imagen que cuidar y una institución a la cual le deben comportamientos correctos. Son un ejemplo para niños y jóvenes, quienes los ven como modelos aspiracionales y por eso es tan importante su comportamiento fuera de las canchas.
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Son tiempos en los que están expuestos a que cualquier teléfono celular les tome una fotografía en cualquier lugar y se haga un escándalo. Hay una delgada línea entre lo correcto y lo incorrecto, entre los valores que representa ser un profesional del deporte.
Todos tienen a derecho a divertirse, sin duda, y este texto no es una clase de moral, pero la directiva —desesperada— al ver que sus refuerzos, quienes en total tuvieron un costo cercano a los 40 millones de dólares, no han dado los frutos esperados, tiene que mandar mensajes contundentes desde la dirección deportiva, los cuales parecen quirúrgicamenhte lanzados para lavarse las manos por el pobre rendimiento futbolístico del equipo.
Los jugadores tienen derecho a divertirse, como lo tienen los directivos; por eso, ese ambiguo comunicado deja muchas preguntas al aire y sólo parece que está demostrando y responsabilizando a dichos jugadores del mal paso del equipo. Comunicado en el que no se dice si las imágenes de Antuna que fueron captadas se deben a que se escapó de una concentración hacia una fiesta o, si bien, estaba en su tiempo libre; insisto, no exculpan de la pésima imagen que otorgan, pero es muy distinto escapaparse de una concentración y cometer esa indisciplina, que ir a un restaurante y exponerse públicamente a estar muy cerca de una mujer que no es su pareja sentimental.
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En el otro caso, el del Chicote Calderón, usuarios en redes sociales lo mostraron en el Carnaval de Ameca, posterior a la derrota de su equipo contra el Cruz Azul, seguramente en su tiempo libre, sin escaparse de alguna concentración para irse a disfrutar de ese momento.
Desviar la atención con este tipo de decisiones no corresponde a una directiva que intenta cambiar su imagen, porque —si realmente cayeron en un acto de indisciplina grave— las sanciones deberían ser otras, pero solamente parecen patadas de ahogado para distraer la atención por el mal paso del equipo.
A final de cuentas, el Guadalajara apenas sumó nueve puntos en siete jornadas, está fuera de la zona de Liguilla y su próximo partido será contra el León, uno de los clubes que mejor futbol practica dentro de la Liga MX.
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