Un título de Liga en los últimos 40 años es la realidad de Cruz Azul, mismo efecto que ha tenido en sus directivos. En el más reciente título del club, el del Invierno 1997 contra León, el presidente no era Guillermo Álvarez , quien estaba en licencia para servir a su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), como diputado, por el que fue elegido en 1994 como representante del tercer distrito de Hidalgo, obteniendo el 62.5% de los votos.

Siempre cuestionados y siempre señalados, así ha sido la vida de los Álvarez, quienes —pese a todo— se siguen manteniendo en el poder de La Cooperativa Cruz Azul y de la llamada Asociación Civil, Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul , figura jurídica hecha para manejar los destinos económicos y tener control absoluto del equipo de futbol. Es decir, para los ojos de la Liga MX , para la Federación Mexicana de Futbol , nada tiene que ver el pleito de los actuales disidentes con la directiva celeste, algo que está muy lejos de la realidad.

 

Pruebas en contra de los directivos, cuentas congeladas y escándalos continuos es la cruz que carga Cruz Azul desde hace ya varios años. Siempre ha salido adelante Guillermo Álvarez, aunque ahora sí puede ser el momento en que los disidentes, encabezados por José Antonio Marín, lleguen a tener control de la empresa, algo que al aficionado al equipo le debe valer tres reverendos pepinos.

El aficionado a este equipo está harto de los pelitos, de los escándalos, lo que quiere son títulos, porque de la gran mayoría de quienes siguen jornada a jornada a Cruz Azul su interés es futbolístico. Quien tenga el control de la fabricación de cemento y varilla es irrelevante, lo que quieren son TÍTULOS.

Por esto, de quedar frente a La Cooperativa este grupo, tiene la obligación empresarial de separar de la grilla interna al equipo de futbol. Si bien, tendrán el control del equipo —aunque este pertenezca a otra empresa—, deben olvidarse de todo y dejar en manos de expertos el tema deportivo.

Los Álvarez no han podido, ni podrán, y aunque ganen los pleitos que tienen encima, deben dejar también al equipo de futbol. Los sobrepasó, ya no tienen nada qué aportar, como si en alguna etapa de sus vidas lo hubieran tenido.

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Argumentos para que la Liga MX intervenga —ante el escándalo— se han dado. Simplemente, que a un afiliado le congelen sus cuentas debería ser un motivo para revisar qué está sucediendo, pero al tratarse de una familia histórica en el futbol mexicano, se está muy lejos de tomar una decisión en su contra. Todo seguirá igual, nada cambiará.

Así se pueden nutrir de escándalos de corrupción, acusaciones serias —como lavado de dinero— y el futbol mexicano será un simple observador del tema, de lejos, porque —para ellos— la Cooperativa nada tendrá que ver con la A. C., ésta que lleva el rimbombante nombre de Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul; es decir, intentando jugar con la inteligencia de quienes les rodean.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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