Por más casos de Covid-19 que se den en el futbol mexicano, no parará. Todo está para arrancar la pretemporada “oficial” el viernes, con o sin Cruz Azul y Toluca. Ambos equipos son los de mayor número de contagiados, aunque los del Estado de México —al puro estilo de político mañoso— no dan a conocer la realidad del número de infectados.
¿Es correcto? Eso sólo lo dirá el tiempo y, claro, las autoridades sanitarias, que difícilmente se atreverán a ordenar parar el deporte que todo el país espera. Podrán intentar imponer orden en los equipos, mandar a hacer pruebas rápidas a los futbolistas, tener un control sanitario, pero nada les llevará a parar de nuevo al futbol. Sería una decisión políticamente incorrecta, aunque el Dr. Ricardo Cortés Alcalá , director general de Promoción de la Salud, siempre da la cara, asegurando que —si no hay garantías— no habrá futbol.
Este mismo funcionario que declaró a EL UNIVERSAL Deportes que Cruz Azul no debería jugar el torneo amistoso, por el riesgo que conlleva. Tiene toda la razón. Si existiera el sentido común, su lugar lo debe dejar a otro equipo, igualmente el Toluca. Si por razones económicas se debe jugar forzosamente, la Secretaría de Salud debería regular todo el entorno, no solamente a los futbolistas, sino a quienes estarán siendo partícipes en los estadios Olímpico Universitario y Akron, desde el personal de la Liga MX , árbitros, técnicos de televisión, personal de los inmuebles, etcétera.
México tiene más de 28 mil muertos por Covid-19 y más de 212 mil contagiados, lo que evidencia que esto no es un juego. No se puede jugar con la salud de nadie, por más alta que sea la necesidad económica de los equipos involucrados, las televisoras y los patrocinadores.
Por eso, Cruz Azul no debe jugar ese torneo. De hecho, cuando se supo que este equipo tenía a tantos contagiados (31 casos) han reaccionado otros clubes solicitando que no participe La Máquina celeste. Es evidente y no se necesita ser médico especialista o Sherlock Holmes para entender que si tantos integrantes de un equipo están contagiados, se trata de un problema generalizado de la institución, que sus propios integrantes deben resolver y no exponer a los demás participantes del torneo.
Un reto para las autoridades de salud, la Liga MX y los equipos profesionales de futbol será controlar todo. Porque si al arrancar el torneo Apertura 2020 , se presentara algún caso en algún equipo, sería oportuno que aclararan cómo será el protocolo.
No solamente es aislar a un jugador contagiado, es llevar una serie de acciones conforme a protocolos claros. Ejemplo: en las Grandes Ligas han sido claros, si algún pelotero diera positivo ya arrancada la temporada, tiene prohibido acercarse, aislamiento absoluto y —para regresar a entrenar o jugar— debe tener dos pruebas negativas en un lapso menor a 24 horas. Además, quienes tuvieron contacto con el contagiado, deben hacerse las mismas pruebas y aplicar el aislamiento.
Si un futbolista diera positivo ya iniciada la temporada, ¿se aplicará algo similar? No está fácil, no está para nada fácil, el regreso del futbol.
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