lleva 24 partidos dirigidos con la Selección Nacional , y 20 han sido victorias, incluido el día que ganaron a Estados Unidos la final de la Copa Oro en Chicago. Ha perdido dos (contra Argentina y Gales), y dos empates: uno contra Argelia y uno contra Costa Rica , el único equipo de la Concacaf que se le ha indigestado en el proceso.
Pese a estas espectaculares estadísticas de Martino, no la pasó bien en Gales y Austria. Ha sido la gira más compleja desde que asumió el cargo y —además— con rivales débiles. Nada que ver con los que enfrentó en las dos ocasiones anteriores en Europa . Por eso, hay que destacar lo que hizo Hirving Lozano, porque es fundamental, salvó todo, y lo hizo con alto sentido del liderazgo, talento y ambición, muy distinto a algunos de sus compañeros, quienes siguen siendo seleccionados nacionales, aunque no hayan mostrado absolutamente nada.
Lozano y Corona están muy lejos de todos los demás, pero sobre todo tienen una distancia exagerada con quien ayer formaron el tridente ofensivo: Rodolfo Pizarro , quien cada vez que viste el uniforme nacional no es lo que se espera, y se hace mucho más notorio cuando no hay un referente de área, porque se jugó sin un delantero centro nominal.
Se empeñan en convocar a jugadores de la Major League Soccer , quienes llegan sin ritmo, sin nivel, sin ambición. Qué diferencia de niveles entre unos y otros, y esa evidente distancia de nivel de juego no se puede permitir en la Selección Nacional. México no necesita vender futbolistas a Estados Unidos , sino al futbol europeo; esa Liga los atrofia, los convierte en zombies en el campo de juego cuando las concentraciones no son largas y hay pocos entrenamientos. Parece que juegan otro deporte.
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Lozano salvó al Tata Martino, quien seguramente ha sacado una muy buena parte de las conclusiones hacia el futuro cercano, porque partidos así, sin la brillantez de Chucky , sin delantero y con poco qué presumir, te llevan a quedar fuera de un Mundial prematuramente, a tener evidentes fallas, que —si bien son corregibles— deben dejar a un lado, al igual que la terquedad de llevar jugadores sin el nivel de Selección Nacional .
Hay que ver hacia adentro, hacia el centro del continente, no tan arriba, porque ahí no está la solución. Este equipo debe abrirse a los mejores futbolistas mexicanos, a tener delanteros de verdad y jugadores en ritmo. Sería distinto ver a Fernando Navarro , Luis Montes y Rogelio Funes Mori .
Fue la gira de las lesiones. No hubo un ‘9’, porque Alan Pulido y Henry Martín no se recuperaron de sus problemas físicos. Nestor Araujo se lesionó en el entrenamiento y el Celta de Vigo culpa a Tata Martino , quien simplemente los mando a freír espárragos, argumentando que en el futbol las lesiones son parte del juego y que habría que revisar las tres semanas anteriores para saber el tratamiento que llevaba en Vigo el defensa mexicano.
@gvlo2008