Enormes diferencias en el primer gran combate del año; sí, en diciembre el boxeo vivirá su principal función, cuando . Será en el Alamodome de San Antonio, ante 12 mil aficionados. Sí, diferencia en el tamaño; Smith le saca 18 centímetros a Canelo , y también hay una diferencia de 19 centímetros en alcance, y en el récord profesional. El británico nunca ha perdido; Saúl sí, una vez, cuando lo hizo contra Floyd Mayweather Jr.

Pero donde está la máxima diferencia es en la popularidad. Canelo es un imán para patrocinadores, también para la generación de audiencias. En 2019 tuvo sólo dos combates: en mayo, contra el estadounidense Daniel Jacobs, y en noviembre ante el ruso Sergey Kovalev; ambas peleas se ubicaron en las transmisiones de televisión más vistas en el año.

La de Jacobs fue la transmisión más vista, en cualquier género de programa de televisión, superando a reality shows, futbol, telenovelas, películas. Azteca 7, a través de Box Azteca, logró el tercer programa más visto de 2019 también con Álvarez, en el combate contra Kovalev, disputado el 2 de noviembre. Es decir, primer y tercer lugar de audiencia. Por eso, en 2020 debía regresar. El público extraña su presencia en la pantalla de televisión.

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Canelo fue enfático y contundente al romper su contrato con la empresa DAZN. Trescientos sesenta y cinco millones de dólares establecieron de pago para Canelo, a cambio de 11 peleas en cinco años, de las cuales se celebraron tres (Rocky Fielding, Jacobs y Kovalev), pero la gran incongruencia es que los ejecutivos de esta empresa de televisión por streaming no querían que en el año del Covid-19 se celebrara alguna función, lo que enfureció a Saúl y decidió irse, en el tiempo perfecto para seguir su carrera. Era más importante boxear que ganar dinero; al final, eso viene en este millonario mundo.

Ahora bien, DAZN no está fuera de la ecuación actual de distribución de las peleas de Canelo, ya que ha llegado a arreglos con los promotores para ser los encargados de transmitirla en todo el mundo —menos en México—, a través de un pago por evento, con costo de 70 dólares. En México, se verá gratis por Azteca Deportes, que —a su vez— sublicencia a Televisa y ESPN para que se pueda observar de manera masiva y así mantener a esta importante marca deportiva vigente, apasionando a los cientos de miles de aficionados al boxeo. Álvarez logró este acuerdo gracias a ser el propietario de sus derechos de imagen, los cuales reservó para que el público mexicano lo pueda ver gratuitamente, como debe ser este deporte tan popular en nuestro país.

La bolsa garantizada es de 20 millones de dólares, lejos del promedio de 33 millones que le representaba el contrato con DAZN —por pelea—, pero fue más importante el deporte que el dinero y ahí está, culminando 2020 como el estandarte del deportista profesional mexicano, que tantos logros han tenido en este año, dejando atrás a los amateurs, quienes vieron truncado su sueño olímpico.

El año 2020 será el del profesionalismo exitoso en México. Gaby López, Carlos Ortiz, Abraham Ancer, Sergio Checo Pérez y Canelo Alvarez, el púgil que lo único que quería en este año era boxear.

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