En el debe existir preocupación. Dos lesionados en el primer tiempo, uno de gravedad —como Federico Viñas, quien tiene fractura en el pie— y su motor en el mediocampo, Richard Sánchez; claro que eso es un imprevisto sin control. Pero la mayor preocupación debe ser por la falta de ambición en la Liguilla, que salva con una jugada polémica que le da el empate, lo que no debe ser visto como esa gran reacción, cuando ha sido una miseria de juego para un equipo que en los dos cuartos de final anteriores adoleció de lo mismo y fue eliminado... Todo por no atacar en los partidos de ida.

Parece que no aprendió Fernando Ortiz del ridículo que hizo Santiago Solari. Lo peor es que el Puebla, que tampoco fue una maravilla o un equipo que dominara a placer, lo ha hecho sufrir de nueva cuenta, y no puede escudarse en las lesiones o en cualquier otra situación que haya sucedido en el partido.

Porque antes de esas cosas, está el hecho de que no tuvieron su mejor versión de cómo jugar esta ida de los cuartos de final, y de nueva cuenta eso puede ser su perdición, tal como le sucedió hace casi un año contra el Pachuca. Es cierto que hoy no existe el gol de visitante y tiene la posición en la tabla a su favor en un hipotético empate global, pero un club como el América debe siempre salir a proponer, a imponerse al rival. Sobre todo con la famosa racha de partidos sin perder (seis victorias y dos empate), con Ortiz de entrenador.

Lo peor es que parece que Ortiz no solamente no aprendió de lo que le pasó a Solari, sino que no aprendió de lo que le hizo Cruz Azul en la última jornada del torneo, cuando salió a encerrarse y no supo abrirlo. Bueno, ayer no es que Puebla fuera tan descarado para encerrarse en su cancha, pero tampoco supo cómo abrir a la defensa poblana hasta que en una pelota parada consiguió el empate.

A la ya conocida baja de producción ofensiva por parte de los delanteros nominales, ayer se sumó el hecho de que esperaron a que Fernando Aristeguieta les metiera gol para reaccionar y pelear por rescatar el partido. Terrible lo del árbitro Luis Enrique Santander , quien sigue teniendo error tras error, porque hay fuera de lugar de Bruno Valdez en el gol de Sebastián Cáceres y no lo señaló ni con el VAR.

Hoy en el América vuelve a rondar el fracaso, simple y sencillamente porque no aprendieron de los ridículos que hicieron en los dos torneos anteriores. Porque aunque Cáceres consiguió el empate, la de ayer no es la imagen que el americanismo quiere de su equipo en una eliminatoria de Liguilla.

@gvlo2008 - gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

 
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