“Este sistema de salud pública -IMSS Bienestar- ya es más eficaz en el mundo. Dije que iba a ser el mejor, que iba a ser como en Dinamarca; no, no es como en Dinamarca, es mejor que en Dinamarca.” - Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México (Zócalo CDMX - 01 de septiembre de 2024).

El día en que escribo este artículo, comenzará a trabajar una nueva Cámara de Diputados compuesta por una supermayoría de la coalición gobernante. Aunque esta coalición solo obtuvo el 54% de los votos, tendrá el 73% de las curules, mientras que la oposición, que obtuvo el 46% de los sufragios, contará con solo el 27% de los diputados. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación afirmó que se respetó la voluntad de los votantes. Con esta supermayoría artificial, que no está respaldada por votos efectivos, la fuerza política en el poder se dispone a realizar cambios radicales en nuestra Constitución, que restarán independencia al Poder Judicial y eliminarán organismos autónomos esenciales para mantener contrapesos y certidumbre jurídica.

Ayer, el Tribunal Electoral de la CDMX anuló la elección en la Alcaldía Cuauhtémoc por presuntos actos de violencia política de género de la candidata ganadora hacia la candidata perdedora. El voto de calidad lo dio el presidente del órgano electoral, quien aparentemente es muy cercano al padre de la quejosa.

Estas tres historias de la realidad bien podrían ser pasajes de la novela Rebelión en la Granja de George Orwell. Parece que la T de la 4T no era de Transformación, sino de Totalitarismo.

Esta es la realidad que estamos viviendo, y ciertamente supera por mucho cualquier escenario que hubiéramos imaginado hace tan solo unos meses. La realidad supera la ficción.

¿Qué sigue? ¿Qué papel nos toca jugar al sector empresarial organizado ante este escenario? Mi opinión es que lo primero que tenemos que hacer es decir lo que pensamos; no es momento de indefiniciones ni tibiezas. Los empresarios no somos la oposición en México (no estamos ni en contra ni a favor de ningún partido político “per se”), pero sí debemos ser líderes de opinión y contrapeso cuando se requiera. Nuestra libertad de expresión es lo primero que debemos ejercer y defender. Lo segundo es que debemos comunicar claramente a nuestros gobernantes, representantes populares y a la sociedad en su conjunto lo que se necesita para fomentar una mayor inversión, que conduzca a un desarrollo inclusivo en nuestro país.

Sin división de poderes ni contrapesos democráticos, no hay certidumbre jurídica. Sin seguridad jurídica, no hay confianza para la inversión. Sin confianza, no hay inversión ni crecimiento económico. Sin crecimiento, no hay generación de empleos productivos ni prosperidad posible.

De consumarse los cambios constitucionales propuestos por la coalición gobernante, sin la legitimidad de los votos reales recibidos y en contra de lo que se requiere para que exista certidumbre jurídica, el escenario económico hacia adelante se ve complicado. La confianza para la inversión no se decreta ni se dicta; la confianza se construye día a día.

¿Y entonces, qué proponemos? En primer lugar, que no se realicen cambios radicales y precipitados a nuestra Constitución que comprometan la independencia y autonomía del Poder Judicial. Se debe abrir un período de análisis y reflexión, estudiando las experiencias reales en otros países y escuchando e incorporando la opinión de los expertos en la materia. Casi todos coinciden en que la elección por voto popular de jueces y ministros es una muy mala idea e implica riesgos muy altos. Tampoco se debe apresurar la eliminación de organismos autónomos indispensables en un Estado Democrático de Derecho. Es aconsejable esperar a que asuma funciones la próxima administración del Poder Ejecutivo antes de realizar cualquier cambio constitucional.

Esperamos mantener un diálogo franco y respetuoso con la próxima Presidenta de México, en el que podamos expresar con toda libertad lo que pensamos y creemos que es mejor para nuestro país.

Los empresarios tenemos que recuperar la narrativa; debemos ganar la batalla de las ideas. Defendamos nuestros derechos y libertades. Pugnemos por una economía de libre mercado y por una plena libertad para emprender. La única forma de contar con mejores productos y servicios a precios competitivos es asegurando competencia en todos los mercados. Propiciemos un entorno favorable para la creación de más empleos productivos que posibiliten un desarrollo inclusivo. Aseguremos las condiciones necesarias y suficientes para que todos y cada uno de los mexicanos podamos desarrollar nuestras potencialidades al máximo y, de esta manera, progresar con nuestra propia creatividad, trabajo y esfuerzo.

Gerardo Trejo Veytia,

Secretario General de COPARMEX.

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