Pumas es un equipo grande que vive como pequeño, en el futbol mexicano . Ha pasado una década desde que los universitarios levantaron su último título. Si bien es cierto que alcanzaron dos finales en este lapso, es nada, porque del subcampeón ni quien se acuerde. La institución necesita un golpe de protagonismo y la Concachampions se lo puede dar. A los universitarios les urge regresar a los grandes eventos internacionales y ganarlos, como sucedió en los 80, con tres campeonatos de la Concacaf y la Copa Interamericana .
Lo hemos platicado en varias ocasiones, es increíble la forma en que los directivos han descuidado al equipo: Le quitan buenos jugadores, invierten poco y mal, los “cazadores de talento” no existen, las fuerzas básicas no producen como antes, etc.
Es necesario volver a figurar fuera de casa para callar las críticas sobre la grandeza de Pumas . Llegó la hora de darle un giro a la rueda y estar arriba, porque ya se hizo costumbre estar abajo. Hay que respirar el aire de los que alcanzan la cima, disfrutarlo por mucho tiempo, encontrar de nuevo la convivencia con los iguales; la dimensión que alcanzan los auriazules en nuestro futbol es incuestionable. Los que ahora dirigen al equipo deben darse cuenta que hay esencia más allá del negocio, que la historia exige más trofeos que cambios en el diseño de las playeras, que vale más la voz del aficionado que los extraños arreglos con promotores.
Hace falta un equipo sólido, bien armado, fiel a la filosofía institucional de talentosos canteranos con eficientes y productivos extranjeros. Quedó demostrado que los Torres y los Battocchio son graves errores de la cúpula que pudren el nivel de la plantilla y desgastan su imagen. Claro que hay dinero, el asunto es en qué y cómo lo gastan (o hasta quién se lo queda). El discurso es viejo, pero sigue presente en cada rincón del club, del estadio: Se requiere trabajo intenso, constante, a conciencia en las inferiores, para encontrar a tantas figuras como las que ofrecieron momentos increíbles e imborrables a la memoria universitaria.
La grandeza de los Pumas se mide de la Cantera al primer equipo. Competir, ganar, levantar títulos, crecer en el mundo del futbol, es tarea de todos los involucrados en la toma de decisiones. Es hora de regresar a la luz, la oscuridad aniquila hasta al más grande. Urge que los felinos se expongan de nuevo a los ojos del planeta y conquisten con su azul y oro.
@elmagazo