Raúl Jiménez tiene las horas contadas con selección nacional. Se va o se queda. Tendrá el valor de tomar la mejor decisión porque Martino... no lo tuvo.
Jiménez ya esta en Girona, esperanzado en mejorar sustancialmente en los 6 días que le quedan para convencer al entrenador que lo lleve al mundial. En términos futbolisticos y dramáticos, le quedan 6 finales. Martino se lavó las manos, va a resolver el asunto Jiménez, el no. Si Raúl decide que no está en condiciones, el argentino quedará libre de culpa pues dirá que lo aguantó hasta el final.
La realidad es que el Tata ya tendría que haber tomado una postura como gestor y líder del grupo, pero esas palabras le están quedando muy grande; dejó solo a Jiménez y no se vale. El delantero de los Wolves seguro trae unos conflictos internos muy fuertes, necesita la ayuda de su guía, pero el señor tiene otros temas por atender y solo está a la espera de reunirse con el hidalguense para escuchar el fallo y palomear su nombre o borrarlo de la lista final de 26.
Que dilema para Jiménez porque el mundial le puede cambiar la vida para bien o para mal. El jugador debe ser muy sincero con él mismo no el día antes de anunciar la lista definitiva, debe serlo ya para que el grupo trabaje ya con el delantero centro que será titular en la Copa del Mundo y no seguir a la expectativa de la salud de Raúl.
Lo que está haciendo Martino es terror psicológico con sus hombres de ataque. Henry Martín y Santiago Giménez no saben que va a pasar con ellos, el entrenador juega con sus sentimientos. Mientras el americanista la rompió en la liga y Santiago entregó buenas cuentas en la Eredivisie y sobre todo en la Europa League en donde terminó como líder de goleo después de la fase de grupos, Jiménez apenas trota en el campo y trabaja apartado del grupo.
No hacemos referencia de Funes Mori porque si está en la selección es por capricho de Martino, el plan para su naturalización y convocarlo le salió de maravilla, entonces, imposible que le deje fuera del mundial. Raúl Jiménez no juega desde el pasado 31 de agosto. La pubalgia o lo que tenga lo han apartado de las canchas. No va a jugar contra Irak porque no puede competir, difícilmente alineará contra Suecia y si lo llevan a Qatar 2022, sin un solo juego de preparación, llegará a la justa mundialista con 83 días sin actividad, de no creerse. Así la penosa situación de Raúl Jiménez y el técnico, bien gracias, a la espera de que le hagan su chamba.