Pumas está muy cerca de encontrar su revancha en una final de la Liga MX.
Hace tres años, jugaba contra León por el título, después de la histórica remontada en Ciudad Universitaria frente a Cruz Azul.
No resultaron buenos partidos contra el equipo de El Bajío. El entusiasmo no fue suficiente para conquistar el octavo campeonato.
En este cierre de 2023, aparentemente las cosas son distintas, pues —además del entusiasmo de los jugadores— hay estrategia, experiencia y un plan bien trazado por el técnico Antonio Mohamed, quien en semifinales es imbatible: Cinco jugadas y cinco ganadas.
Desde su llegada, el Turco hizo soñar a los aficionados. Hoy, sigue intacta esa fe en el argentino.
Han pasado ya casi 13 años de la última conquista universitaria, fue ante el extinto Monarcas Morelia.
Pumas necesita urgentemente un título, su historia lo reclama.
No es posible que uno de los “cuatro grandes” continúe con esta sequía de gloria.
Mohamed encontró las formas para competir al máximo nivel en este torneo: Equilibrio.
Los del Pedregal se fortalecieron con los centrales Nathan Silva y Lisandro Magallán, encontraron un mediocampo muy combativo con Ulises Rivas, Santiago Trigos, José Caicedo (lástima de su lesión) y Rodrigo López, además de darle salida al talento del Chino Huerta y aprovechar la contundencia del Toro Fernández.
Estos Pumas sí te atrapan, quieres ver sus partidos; te hacen sufrir, pero también te hacen gozar.
Son una explosión de sensaciones durante 90 minutos.
No son perfectos, que quede claro, como no lo son los otros tres equipos que buscan la gran final. Tigres, el incómodo millonario, es el próximo rival de los auriazules, en semis.
Los regiomontanos son favoritos para avanzar, no es de extrañarse.
El partido clave para Pumas es el de Ciudad Universitaria. Si en casa no sales con ventaja sobre Tigres de —por lo menos— dos goles, entonces reduces demasiado tus posibilidades de clasificar a la etapa decisiva de la Liga.
Universidad va por la decimoquinta final en su historia. ¿Lo logrará?
