Guillermo Ochoa está de regreso, vuelve a la carga con un mensaje directo y claro para Javier Aguirre: “Vasco, convócame a la Selección; estoy listo”. El portero tiene equipo, lo único que le faltaba para volver a la órbita de la Selección Mexicana. Ya no hay pretexto para no llamarlo.
Aguirre está atado a su populista discurso que acompaña siempre a un técnico de Selección Nacional: “Yo sólo sé que, si son mexicanos y están jugando, son evaluables, considerados. Evidentemente, hay una población grande dentro y fuera de nuestro país, y nadie tiene las puertas cerradas, por supuesto, y en ese sentido yo no me fijo en otra cosa más que en el nivel y la capacidad del jugador; si es mexicano y está jugando, será seleccionado”.
Ochoa se ha ganado un lugar en el futbol de Europa. Sus increíbles atajadas le permiten mantenerse de aquel lado del mundo.
Guillermo tiene más de 100 días alejado de la alta competencia. Su último partido lo jugó en abril de este año, con la Salernitana del Calcio.
El tapatío debe encontrar su mejor nivel lo antes posible, para no ceder más terreno en la contienda por la titularidad en la Selección Nacional.
Al enterarse de la noticia, Luis Malagón, Raúl Rangel, Alex Padilla, Carlos Acevedo y Julio González, sin duda, deben estar nerviosos.
El retorno a la actividad de Memo les mete presión, a menos de dos años del Mundial. ¿Acaso pensaban que Guillermo iba a dejar su reinado en la Selección así de fácil? Claro que no, el internacional arquero se ha propuesto llegar a su sexta Copa del Mundo y, conociéndolo, va a lograrlo.
A partir de ahora, será muy interesante ver el desempeño de Memo y la reacción del Vasco.
Es un buen reto para Ochoa y el cuerpo técnico de la Selección Mexicana lo que viene, porque está en juego entrar a la historia de los Mundiales.
@elmagazo