La Selección Mexicana tendrá nuevo técnico a finales de este mes. Han pasado 49 días de aquella vergonzosa eliminación en la fase de grupos del Mundial Qatar 2022. Yon de Luisa, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, se ha tomado demasiado tiempo para decidir al entrenador ideal que rescate el pisoteado orgullo del equipo y la pésima imagen a nivel internacional.
El estratega que tome el cargo deberá cumplir, de entrada, con el requisito de meter a la Selección entre las mejores cuatro de la competencia; en el contrato, debe quedar establecido, porque el Mundial lo traes a casa —en Estados Unidos también eres local—. Otro resultado será un rotundo fracaso.
Como suele suceder, muchos nombres pasan para sentarse en un banco muy bravo, que pega en el físico y la salud al concluir el proceso, pero que reditúa en lo económico, porque se paga una millonada.
Las preguntas son: ¿A qué carajos quieren los dirigentes que juegue la Selección?, ¿cómo visualizan al Tricolor para la Copa del Mundo 2026?, ¿qué perfil de director técnico necesitan para conseguir las metas que desean?
De ahí, podemos partir para señalar a algunos candidatos y descartar a otros.
Desde aquel penoso 30 de noviembre, cuando México quedó fuera de la Copa del Mundo 2022, hemos escuchado que son aspirantes para dirigir a la Selección Nacional: Miguel Herrera, Guillermo Almada, Ignacio Ambriz, Ricardo Gareca, Marcelo Bielsa, Luis Enrique, Mauricio Pochettino, Hugo Sánchez, Nuno Espírito Santo, Jaime Lozano y Antonio Mohamed, entre otros.
Dirigir a la Selección Mexicana de por sí es un puesto que demasiados anhelan, porque —como ya dijimos— se paga muy bien, y ahora que se garantiza estar en el Mundial porque será en nuestro país, mucho más.
El estratega que sea elegido, la única presión que va a tener es que el equipo juegue bien, porque no va a enfrentar la desgastante eliminatoria mundialista.
Va a ser muy importante que se seleccione al entrenador adecuado, no debe haber margen de error.
Aunque se vea lejano el 2026, restan tan sólo 40 meses para preparar una Selección capaz y competitiva, digna de un país organizador del evento.
Está en manos y en la inteligencia de los dirigentes presentar a la mejor opción, para que se ponga a trabajar de inmediato y esté en la banca a partir de los primeros compromisos del año, contra Surinam y Jamaica en la Nations League. Ojalá que no vayan a salir con un técnico interino para pensar con más detalle a quién darle la chamba, sería nefasto. El nuevo técnico debe comenzar ya su gestión.
@elmagazo