Tenemos serios problemas a partir del Mundial 2026. México ya no debe pensar en el quinto partido; ahora, deberá ir por el sexto juego; sí, sexto juego.

Si el quinto lo volvía loco, ahora el sexto... No quiero saber lo que va a pasar.

La FIFA no nos quiere, nos acaba de atorar mal plan.

Ya autorizado el nuevo formato de las próximas Copas del Mundo, con 48 selecciones, se nos viene el planeta encima.

Doce grupos de cuatro selecciones cada uno. Tres partidos iniciales para todas.

Avanzan a los dieciseisavos de final, el cuarto partido, los dos mejores equipos de cada sector y los ocho mejores terceros lugares.

Los octavos de final se convierten en el quinto juego. Ahí, regularmente aparece México; claro, salvo la vergüenza de Qatar 2022, con el farsante de Gerardo Martino.

Los cuartos de final son el sexto juego. Es en donde ahora debe atacar México.

El séptimo la semifinal, y —por ser coanfitriona— la Selección Mexicana tendría que llegar a este sitio.

Quiero pensar que es una de las exigencias para el técnico Diego Cocca, porque llegar a donde siempre, sería otra vez un fracaso y nuevo desperdicio de tiempo.

El octavo partido —la final— o el juego por el tercer y cuarto lugares... Eso ya es para los cuatro grandes sobrevivientes de la competencia.

Qué manera de meterle presión a nuestro equipo. No se vale, FIFA. Un partido más nos llena de broncas mentales bien severas.

En lugar de entrar en shock, comenzar con los rezos y pedirle a Dios que lo ayude, México necesita asimilar pronto la modificación y ponerse a entrenar a fondo para competir muy bien y alcanzar una nueva meta.

La Federación Internacional, con este formato, garantiza “la integridad deportiva, el bienestar de los jugadores, el desplazamiento de las selecciones, el atractivo comercial y deportivo, además del disfrute de los aficionados”.

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@elmagazo

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