Gignac es el hombre que mueve los hilos con los Tigres . Es el personaje más querido por la afición de los felinos y el más admirado por el medio futbolístico nacional. El francés le ha dado a estos Tigres un aire de grandeza que nadie esperaba.
Llegó para reventar la Liga, opacar a cualquier otro extranjero desde 2015, cuando aterrizó en México para intimidar defensas y árbitros. Con André-Pierre en el campo, hay garantía de que habrá algo importante por contar del partido. A seis años de darle el “sí” al conjunto regiomontano, el delantero ya es comparado con los mejores foráneos que han venido a nuestro país y, sin riesgo a equivocarme, es el máximo ídolo de los Tigres.
¿Qué sería del club universitario sin la presencia de Gignac? Muy poco. Seguiría buscando el camino para consolidarse como uno de los mejores equipos del futbol mexicano. Lo que ha ganado para ser considerado el “equipo de la década”, ni de chiste existiría. Ni la experiencia y capacidad del entrenador Ricardo Ferretti hubieran sido suficientes para encumbrar a los de la Autónoma de Nuevo León. La inversión hecha por el atacante francés ha redituado increíbles ganancias que se traducen en campeonatos, marketing, dinero, prestigio, alta competencia.
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Cuando el llamado Bómboro no está en la cancha, sufren los Tigres. Les falta esa fuerza, liderazgo, calidad, temple, capacidad; lo extraña el equipo y los que vemos el partido. Para no ir más lejos, en el presente torneo, Gignac se ausentó los últimos tres partidos por lesión y Tigres, de nueve puntos, sólo pudo rescatar cuatro; la actuación de los felinos dejó insatisfechos a todos. Se temía que no estuviera listo para el Mundial de Clubes de Qatar, pero se recuperó y ya sabemos cuál es la historia: los goles del francés le dieron el pase a Tigres a la final del torneo.
Es el jugador más mediático de la institución, podría ser incómodo para algunos de sus compañeros, que también quieran reflectores. Gignac está por encima de todos, hasta les conviene, porque les quita presión. El ex del Olympique de Marsella es —además— un tipo sabio, cauteloso, sabe qué batallas puede enfrentar. Regularmente, se maneja con un perfil bajo fuera de las canchas ¿Polémicas? Claro que las ha tenido. Nadie es infalible. André-Pierre merece el sitio que tiene. Más de estos jugadores en el futbol mexicano.
@elmagazo