Vive para contarlo. Es la mejor noticia, después del brutal golpe de La Parka en la Arena Coliseo de Monterrey . La atención fue inmediata, se cumplió con los protocolos para evitar una tragedia. La lucha libre vuelve a escena para mostrarnos que nuestros superhéroes son “humanos” , que un lance fuera del encordado requiere horas de práctica, que una pirueta no puede ser ejecutada por cualquiera y una llave necesita esfuerzos endemoniados.
La imagen de La Parka estrellándose es escalofriante. Conmocionó ver totalmente abatido y sin movimiento a la estrella de la Triple A. En momentos como éste, resulta necesario preguntarnos si vale la pena arriesgar el físico —por lo menos cinco días a la semana— para entretener a la gente. El luchador responderá que sí porque le gusta esta clase de adrenalina, es su trabajo.
La lucha libre te da fama, fortuna (si eres disciplinado), reconocimiento del público, beneficios, estatus; te quita salud, físico, dinero, familia. Es un deporte/espectáculo tremendo, el personaje debe disfrutarlo cada que se para en un ring, porque —como ellos mismos dicen— “quién sabe si vas a bajar con vida de él” . Cientos de estos trabajadores no pertenecen a una empresa seria, por lo que de su bolsa pagan desde traslados hasta entradas al quirófano.
Hablamos de La Parka por lo mediático del personaje, pero quién sabe cuántos más pasen ahora por una situación similar. Sólo quiero reconocer a los que dedican su esfuerzo diario a este deporte. Besos y abrazos para todos.
@elmagazo
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