La primera lista de Javier Aguirre marcará a muchos de los convocados, porque asegurarán su lugar en el Mundial de 2026. El Vasco no experimentará, irá a la segura con jugadores experimentados para arreglar el desastre de la Selección Nacional porque no hay tiempo; Aguirre tendrá pocos entrenamientos y partidos. Es fundamental que desde la primera práctica se note que hay intención y deseo de cambiar el torcido rumbo del equipo.
Javier y sus muchachos tienen la obligación de reconquistar a los aficionados, probar que sí son capaces de formar parte de una Selección Mexicana; mejorar sustancialmente su juego. A los afortunados que aparezcan en el llamado les llegó el momento de analizar fríamente su rendimiento y ser exageradamente autocríticos, dejar esas actitudes soberbias y arrogantes que los tienen sumidos en el fracaso. Es esencial que recuperen confianza, honor, prestigio porque hoy, son mediocres y tienen miedo.
Urge que esta generación encuentre su líder, ese caudillo que los aliente y reanime en el campo y vestidor en situaciones bravas. Me resulta increíble que hasta ahora nadie haya tomado esa responsabilidad. Les quema, se acobardan, les aterroriza tomar ese rol que los hace diferentes y les da respeto frente al grupo ¿Quién se atreve, quién se avienta el tiro, quién se levanta como el “gran jefe” de la banda?
Es vital entender que no van a ser convocados los que anden mejor, lo que siempre ocurre y más en esta coyuntura que vive la Selección. El técnico pondrá en la lista a quien considere el adecuado para lo que necesita, el que a su juicio ejecute correctamente el plan que cubre menos de dos años para el arranque de la Copa del Mundo.
@elmagazo