México regresa a escena y, contrario a otros juegos sin trascendencia que celebra en Estados Unidos, el amistoso de este miércoles contra Paraguay representa —para ciertos futbolistas— una de las últimas esperanzas para confirmar su nombre en la lista definitiva para el Mundial de Qatar 2022.
En 90 minutos —270, si sumamos los partidos de preparación contra Perú y Colombia, en California— van a tener que “dejar la vida” en su intento por jugar una Copa del Mundo.
Se la tienen que rifar sabroso, porque al entrenador argentino le quedan dos o tres lugares para terminar la lista de 26 que pide la FIFA. Qué estresante para los implicados en esta ronda final, deben ser muy inteligentes para superar la prueba.
Hablamos de futbolistas como Kevin Álvarez, Luis Chávez, Carlos Acevedo, Fernando Beltrán, Erick Sánchez, Roberto Alvarado, Jesús Angulo y hasta Uriel Antuna, quien —a pesar de llevar tiempo en el proceso del técnico— no termina por convencerlo.
Descarto a Emilio Lara, joven prospecto del América y potencial candidato para estar en la Selección en el ciclo mundialista de 2026, porque a pesar de ser sparring del conjunto mexicano desde hace tiempo —así lo confesó Gerardo Martino—, no cuenta con el debido desarrollo, ni en su club ni con el equipo nacional. No se debe malbaratar un sitio en la Selección, ya le llegará su tiempo.
Como andan las aguas con la Selección Mexicana, se puede esperar cualquier cosa en el campo frente a los guaraníes. Lo único que se les puede exigir es que ofrezcan una actuación decente; más no, porque no pueden.
El tiempo se le vino encima al entrenador, quien ha pasado más tiempo en su país que en el nuestro, atendiendo otros asuntos y viendo más juegos de Newell’s, Boca Juniors, River Plate e Independiente, que de la Liga MX. Total, eso lo pueden hacer sus múltiples auxiliares, para después enviarle reportes.
A Martino le quedan menos de tres meses para mejorar sustancialmente el nivel de la Selección, arreglar lo que no ha podido en casi cuatro años de trabajo.
Los que decida llevar —que ya sabemos en su mayoría quiénes son, sus compas— requieren comprometerse a darlo todo, a pesar de las fallidas estrategias del técnico, para sacar adelante los juegos.
Hoy, la Selección Nacional transita por vías de desconfianza, molestia y nulo crédito de prácticamente todo el país. Ojalá consiga revertirlas.