inicia su preparación al Mundial de Qatar con muchas interrogantes que el entrenador y su séquito deben despejar cuanto antes, porque el torneo está a seis meses de comenzar.
Increíblemente, hay mucho por hacer, pero el tiempo es limitado. Quién sabe si alcance para presentar un equipo decente y competitivo. No me queda duda de que en la Federación Mexicana de Futbol y en todos los involucrados en el conjunto nacional existe mucha esperanza en que llegarán bien al Mundial. Qué bueno, gente de fe; sin embargo, la realidad desprende otra clase de sensaciones. Es imperdonable que se llegue al último tramo del viaje a la sede mundialista con una Selección tan endeble.
Todo debe ser prioridad en este momento: desde la portería hasta la delantera, pasando por los suplentes. Serán 26 los futbolistas que representen a nuestro país y deben estar enganchados, que ninguno desentone, porque puede costar muy caro. Eso lo tiene claro Gerardo Martino .
El entrenador, literalmente, necesita hacer maravillas –espero que de verdad las haga— para recuperar el terreno perdido, darle de nuevo rumbo al barco, porque se nos hunde y nadie se salva del cataclismo. Martino requiere enfocar toda su maestría en la cancha, aprovechar cada minuto con los jugadores, con “sus hombres”, pues ahora sí este lapso vale oro.
Trabajar a marchas forzadas, con doble o triple sesión, exprimir a los futbolistas todo lo que se pueda, porque es urgente que asimilen lo que pide el técnico. Para eso, se van a reunir tres semanas. No concibo prácticas de rutina, no sirven, no modificarían nada, sólo alimentarían la zona de confort que regularmente se vive en una concentración del equipo nacional.
El jugador precisa tener sentido común para esforzarse más de la cuenta, comprender que la situación no está para pedir privilegios. Está para resolver los evidentes problemas de juego que envuelven a la Selección. Les propongo que se queden por voluntad propia después de cada entrenamiento, para perfeccionar lo que quieran.
El tiempo se le vino encima a México . Ahora, existe una incertidumbre brutal hacia los Martinoboys, el “club de Tobi”, “los consentidos del técnico”, o como deseen nombrarlos.
Antes del primer juego de preparación a la Copa del Mundo de Qatar , creemos muy poco en este equipo. Vamos a ver si nos cambia el pensamiento antes de arrancar el gran torneo.
@elmagazo