Es difícil comprender que Diego Lainez regrese a nuestro futbol. Me resulta increíble que su aventura por Europa haya terminado tan pronto, aunque no podemos descartar que vuelva.
Asegurar que acabó con su carrera, por retornar a nuestro país, es equivocado. Lainez tiene 22 años de edad y experiencia en el viejo continente; pocos jugadores mexicanos de esa edad pueden presumirlo.
La decisión de jugar de nuevo en México se ha tomado como un rotundo fracaso, un error que no va a poder superar y repercutirá, para mal, en toda su vida. ¡Por favor! No seamos tan lapidarios. Lo único que se le acaban son los aires europeos, nada más.
Han sido muy severas las críticas hacia el tabasqueño y estoy totalmente seguro de que no todo es su culpa.
Lainez y su familia han sido culpados por preferir el futbol de España y no el de Países Bajos, cuando salió del América. Les achacan que pudo más el dinero que lo deportivo.
No es regla, ni está escrito, que el joven jugador mexicano, cuando emigre al extranjero –al futbol de Europa—, pise primero la Eredivisie, para después tener acomodo en las mejores Ligas.
Si Diego no despuntó en España, créanme que no fue por malo, y me remito a lo que vimos de él en su paso por las Águilas, en el proceso de Selección Nacional, y en lo que pudo hacer con el Betis y el Braga.
Diego no fue al Mundial de Qatar 2022 por la ineptitud de Gerardo Martino. El argentino le dio un golpe durísimo al nacido en Villahermosa.
No vale ya la pena polemizar con nombres, pero —sin duda— Lainez es mejor que varios de los que fueron a la Copa del Mundo.
Si hubiera jugado con la Selección, hablaríamos de otra cosa en este momento.
El delantero es un chamaco habilidoso, atrevido, valiente; rápido, ligero, veloz en la conducción y capaz de generar jugadas importantes.
Cuando llegó al Betis, el entrenador Quique Setién no le dio los minutos que necesitaba el mexicano, le “cortó las alas”. Lo mandaron a préstamo al Braga, de Portugal, en donde jugó poco.
No quiero poner a Lainez como un mártir. Como puse líneas arriba, tiene parte de culpa, y eso malo que hizo no lo debe repetir ahora que vendrá con los Tigres.
Para mí, ha elegido bien, porque si lo que requiere es jugar, recuperar su mejor forma y los regios se lo van a dar, adelante.
Además, estará muy cerca de la Selección para el nuevo proceso hacia 2026. Ojalá, Diego demuestre que su paso por la Liga MX no será por mucho tiempo.
@elmagazo